REDACCIÓN.- La accesibilidad de los ciudadanos a la información sanitaria es, sin duda, el hecho que desencadena, año tras año, el creciente aumento de las consultas relacionadas con la salud. Un informe de la ONTSi, el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, fechado en abril de 2016, mostraba que más del 60% de la población española utiliza Internet para consultar información sobre salud y que uno de cada cinco lo hacía a través de las redes sociales. El uso de las TIC’s ha venido a nuestra sociedad para quedarse. También en todo lo relacionado con la atención a la salud y a la enfermedad. Pero este uso masivo de internet y las redes no está exento de riesgos dada la gran cantidad de contenidos imprecisos y bulos (fake news) que circulan por el espacio digital, algunas veces incluso mejor que la información veraz y acreditada con rigor científico.
El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha, presidido por Carlos José Tirado Tirado, ha difundido un comunicado en el que se insiste en que la información sobre cuestiones de salud es un asunto extremadamente complejo y delicado. «Consideramos que las enfermeras, junto con el resto de los profesionales sanitarios, compartimos el objetivo común de empoderar al paciente en la selección de las fuentes. Debemos instarle a mantener un actitud crítica y vigilante ante aquellas informaciones que se presentan como ‘milagrosas’, recordándole en cualquier caso la imprescindible consulta a los profesionales sanitarios, ante una duda sobre la información obtenida y previa a la toma de una decisión», recomienda el presidente de los enfermeros de Castilla-La Mancha. «La formación de las enfermeras y su lugar en el proceso asistencial, le permiten atender gran cantidad de cuestiones de manera autónoma, pudiendo derivar eficientemente aquellas cuestiones que deban ser atendidas por otros profesionales del equipo de salud», insiste Tirado.
Por todo esto, desde el consejo de enfermería de la comunidad quieren dejar claro que las informaciones falsas o bulos no sólo deben ser vistos como asuntos que afecten en exclusiva a los individuos que consumen dicha información, sino que pueden incluso plantear serios problemas de salud pública. Es lo que ocurre con la difusión de conductas contrarias a la salud pública; el ejemplo paradigmático es el de los bulos propagados por los movimientos antivacunas que generan disminuciones de tasas vacunales que pueden poner en riesgo la cobertura pública frente a una enfermedad. «Cada vez será más frecuente prescribir contenidos de salud fiables y contrastables. En este sentido, estamos seguros de que la enfermera puede realizar una gran aportación a la sociedad», afirma Tirado en el comunicado difundido a los medios. «El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla La Mancha hace un llamamiento a los poderes públicos, instituciones colegiales y asociaciones científicas para realizar una labor de asesoramiento sobre la fiabilidad de las fuentes y apuesta por el rol de la enfermera como profesional prescriptor de contenidos de salud, fiables y rigurosos», concreta el presidente castellano manchego.
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