MARINA VIEIRA.- En España, unos 600 enfermeros trabajan en instituciones penitenciarias y más de la mitad reclaman un cambio en la regulación de su situación laboral. Así lo han manifestado en un escrito presentado en el Ministerio del Interior en el que han incluido las firmas de 367 compañeros que reclaman un cambio en su situación laboral. La actual legislación posiciona a estos profesionales tal y como eran considerados en la época de Franco: meros ayudantes de médico y sin autonomía propia. Reclaman que se derogue el artículo del 324 del Reglamento que les regula, que data de 1981, pero que mantuvo su redacción exacta al vigente antes de la democracia. «Queremos que se derogue este artículo de tiempos preconstitucionales porque enfermería ya no es una profesión supeditada, no es una profesión que esté para recibir órdenes. Somos independientes y los enfermeros queremos que retiren la cortapisa de que no podamos ejercer la profesión con independencia», concreta Paco Herrero, presidente de la Asociación Nacional de Enfermería de en Instituciones Penitenciarias (ANEP).
Por esta razón, desde la ANEP se han movilizado por los centros penitenciarios de toda España para recoger firmas y hacer ver a la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias -dependiente del Ministerio del Interior- que su situación es insostenible y que el cambio ha de ser inminente. “Las firmas manifiestan el malestar que tenemos ya que no nos sentimos valorados profesionalmente. Queremos comunicar a la institución que no somos cuatro, que hay mucha gente que está en la misma situación”, señala Eusebio Espuela, enfermero instituciones penitenciarias y el principal precursor de la recogida masiva de firmas.
Retribuciones
Además, otro de los puntos del escrito se centra en las retribuciones. Consideran que no son adecuadas a la peligrosidad de su trabajo. Argumentan que resto de los trabajadores de prisiones sí que cuentan con un complemento salarial y que ellos, que se encuentran en el epicentro de las prisiones trabajando codo con codo con los internos, se las merecen igual. “Un complemento que contempla la peligrosidad, la penosidad. Nosotros no estamos reflejados en ese complemento y es una demanda de hace muchos años de la que han hecho caso omiso”, especifica Eusebio Espuela.
Visibilidad
Los enfermeros de penitenciarias cuentan con la esperanza de hacer ver su situación y que su trabajo sirva para lo que ha sido definido “para cuidar, para mejorar la salud de los internos, para que el continuo de nuestro trabajo tenga un fruto y para que el gobierno esté despilfarrando los sueldos de los enfermeros en una función tan simple y banal como es recibir órdenes de los médicos”, relata Paco Herrero. También consideran esenciales estas mejoras para que más enfermeros quieran trabajar en prisiones, ellos, lo tienen claro: “a los enfermeros de instituciones nos gusta ser enfermeros y de instituciones penitenciarias. Queremos seguir desarrollando nuestro trabajo aquí. Queremos hacerlo de la mejor manera posible, con la mayor independencia y profesionalidad”, concluye el presidente de la ANEP.
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