ÁNGEL M. GREGORIS.- Los enfermeros estadounidenses cobran 5.100 dólares (unos 4.650 euros) más al año que las enfermeras que trabajan en puestos similares, tal y como se desprende de una investigación publicada en la revista JAMA.
El estudio, que es el primero que tiene en cuenta las diferencias de género en los salarios y ha sido realizado con los datos de más de 290.000 profesionales, también ha resaltado que la brecha salarial no se ha reducido en el entorno de trabajo entre 1988 y 2013.
“Esta investigación nos da una clara evidencia de que en los últimos 25 años han existido y existen desigualdades entre hombres y mujeres en la enfermería”, afirma Debra J. Barksdale, directora del programa de prácticas del doctorado en enfermería en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.
Debido a que la mayoría de estos profesionales son mujeres, “es posible que la gente piense que cobran igual o más que los hombres, pero este estudio demuestra que no es el caso”, destaca Ulrike Muench, autor principal de la investigación y profesor en la Facultad de Enfermería de la Universidad de California, en San Francisco.
El equipo que ha llevado a cabo el estudio ha utilizado datos de dos encuestas. En primer lugar, han analizado información sobre el empleo, es decir, si las enfermeras trabajan en hospitales o ambulatorios y los años que han transcurrido desde que se graduaron, entre otros. Este sondeo se interrumpió en 2008. Además, se han rescatado las cifras del censo para obtener información sobre los ingresos de los profesionales, encontrando que la brecha “existe y persiste en un segundo conjunto de datos representativo a nivel nacional”, subraya Muench.
Estas diferencias se agravaron aún más entre las distintas especialidades estadounidenses. Los enfermeros de cardiología cobraron 6.000 (5.470 euros) dólares más al año que las mujeres y los especialistas de atención crónica, 3.800 dólares (3.460 euros) más que las mujeres.
La mayor diferencia se encuentra entre los enfermeros anestesistas, cuyo salario era de 17.290 dólares (15.770 euros) más al año que el de las mujeres.
La investigación no especifica las razones de esta brecha, pero los expertos apuntan a que podría haber varias razones. “Es posible que los hombres sean mejores negociadores, que las mujeres dejen el trabajo para criar a sus hijos o que estas tengan más dificultades para obtener un ascenso”, explica Muench.
“Podría ser que en algunos lugares de trabajo ofrezcan más dinero a los hombres para diversificar la profesión”, manifiesta Diana Mason, profesora del Hunter College, de Nueva York, aunque reconoce que “es posible que las mujeres ganen menos debido a un sesgo persistente de que un hombre es más experto por ser hombre”.