REDACCIÓN.- Ante la inminente designación de las personas que estarán a cargo de los distintos ministerios en esta Legislatura, el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, considera que “antes que plantear nada nuevo, a la nueva ministra o ministro de Sanidad que designe el presidente del Gobierno le bastaría con cumplir las medidas que suscribió hace tres años su predecesora, Ana Mato, en presencia del propio Rajoy. Un pacto que, a pesar de su promesa inicial, también ignoró el siguiente titular de Sanidad, Alfonso Alonso”.
Para el presidente de los enfermeros, resulta prioritario en esta nueva etapa resolver uno de los problemas creados precisamente por el anterior Ejecutivo, como es la prescripción de ciertos medicamentos de uso común por parte de los enfermeros y también al desarrollo de las especialidades de Enfermería cuando ha pasado más de una década tras su aprobación, “En el primer caso, el nuevo ministro debe trabajar por una regulación de la prescripción enfermera verdaderamente acorde con la realidad asistencial. Queremos recuperar el proyecto original, apostando por un texto que cumpla la legislación vigente (la Ley del Medicamento). Un texto que fue aprobado por unanimidad en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y avalado por el dictamen favorable del Consejo de Estado y que, sin embargo, luego adulteró a última hora Alonso y su equipo para atar de pies y manos a las enfermeras y comprometer su seguridad jurídica. El actual decreto ya está muerto, es imposible, es inviable”, asegura González Jurado.
Especialidades
Respecto a las especialidades, para la profesión resulta prioritario desarrollar de forma definitiva todas las especialidades de enfermería. “El futuro de la sanidad pasa necesariamente por el desarrollo de la enfermería; no hay otro camino ante una sociedad que exige unos cuidados cada vez más complejos. Ante este escenario sólo cabe una apuesta firme y decidida por la profesión enfermera y esto implica el desarrollo de profesionales especializados que puedan dar más y mejores respuestas a las necesidades de los pacientes”.
Otro asunto crucial en beneficio de la seguridad del paciente, de la calidad de los cuidados que recibe y de la superviviencia y funcionamiento del propio sistema sanitario es la adecuación de las ratios de enfermeros por habitante existentes en España a las cifras europeas, “apostando por una sanidad menos medicalizada, que aproveche el potencial profesional, asistencial y científico de la enfermería española, que dispone de una de las mejores formaciones universitarias del mundo”, añade González Jurado.
Política de personal
Por último, en opinión del Consejo General de Enfermería, “también es necesario el desarrollo de la profesión enfermera en el ámbito laboral, con una política de recursos humanos que fomente la formación continuada, la investigación, una mejora de las condiciones laborales, la promoción del empleo enfermero en los nuevos ámbitos de actuación asistencial, así como políticas que fomenten la necesaria conciliación de la vida laboral y familiar o retomar la paralizada carrera profesional”.