GEMA ROMERO.- Consensuar los procedimientos que se realizan en los accesos venosos y protocolizar incluso la forma de organizar un equipo de terapia intravenosa (ETI). Esos han sido los objetivos principales de la jornada celebrada en el Ministerio de Sanidad de la mano de la asociación que aglutina a los ETI en España. En el trasfondo, una reivindicación: lograr mayor apoyo institucional. “Uno de los motivos importantes de esta reunión es tratar de que los gestores sanitarios y de enfermería den los recursos sanitarios necesarios. Una gran queja de los enfermeros que se ponen en contacto con la asociación es que no tienen apoyo, lo pasan mal, porque creen mucho en lo que están haciendo, pero la gestión no tanto”, explica Carmen Carrero, presidenta de la Asociación de Equipos de Terapia Intravenosa.

La terapia intravenosa, tal y como se desarrolla hoy en día en nuestro país, es relativamente reciente. Como explica Carmen Carrero, “el primer equipo se crea en el 2006 en el hospital Ramón y Cajal, al año siguiente se crea el del Clínico y se han ido extendiendo poco a poco. Sin embargo, en Madrid hay hospitales que no tienen un equipo. Hay mucho miedo a crear algo, una herramienta que sea un gasto adicional y es al contrario, la efectividad de los equipos realmente supone un gran ahorro”.

El déficit existente se centra tanto en recursos materiales como de personal. De hecho, “la diferencia de unos equipos a otros no es la motivación de las personas, sino tener apoyo institucional, que los enfermeros gestores crean en esto, que cuando están en gestión apoyen a la enfermería de base”, sostiene Carrero.

Protocolo común

Aunque actualmente se desconoce cuántos equipos de terapia intravenosa existen, pretenden crear una red de registros, con la colaboración del Ministerio de Sanidad, de tal forma que los hospitales donde haya equipos puedan descargar toda su evidencia para luego poder publicar.

Para ello es necesaria la elaboración de un protocolo consensuado, tanto en los procedimientos como la hora de crear equipos nuevos. Como explica Sheila Fuentes, enfermera referente del ETI del hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, “uno de los retos fundamentales es que se estandarice lo que es el equipo de terapia intravenosa en los distintos hospitales en los que está constituido, pues se trabaja de forma muy distinta. Si logramos que haya un consenso de las diferentes ETI, que haya una enfermería de práctica avanzada que pueda tener unos conocimientos no sólo científicos sino también basados en la experiencia profesional.

Todo ello redundaría en una mayor seguridad del paciente. “Si estandarizas la forma de actuar  desde que se indica el catéter hasta que se retira se reduce el riego sanitario”, -sostiene Fuentes-, pues se reduce la variabilidad clínica”.

Un ejemplo a seguir

JornadaETIA lo largo de la jornada se presentaron diferentes modelos de equipos de terapia intravenosa en distintos hospitales de toda España. Para Carmen Carrero “el del hospital de Donostia es el modelo de lo que queremos hacer”.

Para la supervisora del ETI, Camino del Río, “hoy en día no se puede plantear el hospital de Donosita sin el equipo de terapia intravenosa”. “Hemos sido entusiastas con el proyecto, pero sobre todo una de las grandes ventajas que hemos tenido es que hemos tenido un apoyo absoluto por parte de la dirección”.

En seis años de trabajo han disminuido sensiblemente el número de catéteres centrales, tanto yugulares, como subclavias. Con el programa flebitis cero han realizado un cambio absoluto en la terapia periférica. “Desde que la enfermería empezó a descubrir los catéteres de larga duración, bien cuidados que tenemos menos problemas de canalización, que el paciente además tiene mayor calidad, y que disminuye el tiempo enfermero que se utiliza para ello, la gente está encantada”, explica Del Río.