GEMA ROMERO/EUROPA PRESS.- Un estudio observacional, transversal y multicéntrico realizado en España concluye los fumadores corren un riesgo mayor de sufrir accidentes de tráfico mientras conducen, por la distracción que supone encender un cigarrillo durante la conducción: hasta 4,1 segundos de media se requieren para encender un cigarro, a 100 km/h, se recorren 113 metros, sin apenas mirar a la carretera e impidiendo llevar las dos manos en el volante.
El estudio, liderado por Josefa Rojas Villegas, de la Unidad de la Unidad de Gestión Clínica de Prevención, Promoción y Vigilancia de la Salud, concluye que el porcentaje de fumadores que habían sufrido accidentes fue de 40%, frente al 32,8% en los exfumadores y 31,1% en los no fumadores.
A través de entrevistas, los expertos analizaron datos demográficos, de consumo de tabaco y antecedentes de siniestralidad durante la conducción y han concluido que existe una mayor prevalencia de accidentes de tráfico en los conductores fumadores, tanto hombres como mujeres, sin que se asocien factores de riesgo añadidos, como patologías o fármacos que interfieran durante la conducción de vehículos.
«El humo puede causar irritación en los ojos, y se ha descrito que inhalar monóxido de carbono (CO) puede disminuir la atención y el nivel de vigilancia», comenta José Gregorio Soto Campos, jefe de Servicio de Neumología del Hospital de Jerez y miembro de SEPAR, quien apuesta por considerar los accidentes de tráfico como una enfermedad evitable.
Además, está la posibilidad de que la caída de la ceniza o, incluso, un cigarrillo encendido, pueden ser importantes distractores; y se sabe que los fumadores aparentemente presentan mayores comportamientos de riesgo. Llevar la ventanilla abierta puede ser también un aspecto añadido que ponga en riesgo la seguridad vial.
La vinculación del tabaco como factor de riesgo respecto a los accidentes de tráfico, ha sido poco estudiada, a pesar de que este tipo de siniestro es la primera causa de muerte entre personas de entre 5 y 44 años, ocasiona el 60% de las lesiones medulares severas y provoca el 40% de las minusvalías.
Riesgo para los menores
A estos riesgos al volante se suma el hecho de que el humo del tabaco aumenta el riesgo de muerte súbita en el lactante. Además, los niños expuestos a este humo tienen un riesgo cuatro veces superior de sufrir cáncer en la edad adulta. Por este motivo, en 2018 la Organización Colegial de Enfermería lanzó la campaña «Coche Sin Humo. Protégelos«, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre los riesgos que supone para la salud, no ya sólo el hecho de fumar, sino de hacerlo en un espacio cerrado y reducido como es un vehículo particular.
Una concienciación a la sociedad que incluía una petición expresa al Gobierno Central: la prohibición expresa de prohibir fumar en los coches. Para Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, no cabe duda de que “en nuestro país, la ley Antitabaco de 2011 ha supuesto un antes y un después en salud pública, sin embargo, debemos ir más allá. Prohibir que se fume en aquellos vehículos en los que viajan niños es una prioridad porque los profesionales sanitarios tenemos la responsabilidad de proteger la salud de las personas, más aun cuando se trata de menores y no podemos permanecer ni un minuto más en silencio ante esta situación porque de las 7.000 sustancias que contiene el humo del tabaco, está demostrado que al menos 250 son muy nocivas y 70, además, cancerígenas”.