DAVID RUIPÉREZ.- Los adolescentes que consumen opioides de prescripción médica con un fin recreativo o como tratamiento son mucho más propensos al consumo de heroína al acabar el instituto, según demuestra una investigación publicada en el último número de JAMA Pediatrics.
“Los opiodes de prescripción y la heroína activan los mismos circuitos cerebrales del placer y de una forma similar”, explica el investigador principal del artículo, Adam Leventhal, profesor de medicina preventiva y fisiología del Centro de Ciencias a las Adicciones de la Facultad de Medicina de la universidad del Sur de California (USC).
“Los jóvenes que disfrutan del ‘subidón’ de un opioide de prescripción pueden inclinarse hacia el consumo de drogas que producen euforia, incluyendo la heroína”, añade el investigador.
Levethal asegura que este estudio -llevado a cabo entre 2013 y 2017, es el primero de esta índole y que el 9 por ciento de todas las muertes por sobredosis de opioides que se registraron en Estados Unidos -47.600 en total- corresponden a menores de 25 años. Además del riesgo de muerte por sobredosis, los riesgos para la salud que implica el consumo de heroína son variados, por ejemplo todo tipo de infecciones dela la hepatitis C al VIH.
De los 3.300 estudiantes de distintos distritos de Los Ángeles (EE.UU.) 596 habían probado medicamentos como la vicodina, la oxycontina o el percocet como droga recreativa en la educación secundaria. De ellos el 13 por ciento de los actuales consumidores de opiodes de prescripción y el 10,7 por ciento de los que los habían tomado en algún momento acabaron consumiendo heroína al acabar el instituto. Sin embargo, sólo el 1,7 de los jóvenes que no había tomado opiodes en su vida acabó cayendo en las garras de la heroína.
Otras drogas
Estados Unidos asiste a un profundo debate sobre la epidemia de consumo de opioides entre la juventud que preocupa a los especialistas y a las autoridades sanitarias con lo que los expertos creen que la evidencia de esta asociación entre los medicamentos y una droga tan peligrosa como la heroína debe dar lugar a nuevas políticas de salud pública.
Para confirmar sus hipótesis, los autores del trabajo de investigación observaron si consumir otras sustancias de abuso (alcohol, marihuana o metanfetaminas) también hacia a los jóvenes más propensos a engancharse a la heroína, pero sin embargo corroboraron que la relación entre los opioides y la heroína era mucho más marcada. Así, concluyen que el consumo de fármacos para el dolor de la familia de los opioides hace a las personas más vulnerables frente al consumo de heroína”.