EUROPA PRESS.- Un pigmento naranja que se encuentra en los líquenes y el ruibarbo, llamado parietin, puede tener potencial como medicamento contra el cáncer, según un estudio de científicos del Instituto de Cáncer Winship de la Universidad de Emory, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, cuyos resultados se publican en la edición de este lunes de Nature Cell Biology.
Parietin, también conocido como ‘physcion’, podría frenar el crecimiento de las células leucémicas humanas obtenidas directamente de los pacientes, sin toxicidad evidente para las células de la sangre humana, según los autores. El pigmento podría inhibir además el crecimiento de líneas celulares de cáncer humano derivadas de tumores de pulmón y de cabeza y cuello cuando se injertan en ratones.
Un equipo de investigadores dirigido por Jing Chen descubrió las propiedades de parietin porque estaban buscando inhibidores de la enzima metabólica 6PGD (6-fosfogluconato deshidrogenasa). 6PGD es parte de la ruta de la pentosa fosfato, que suministra componentes básicos celulares para un rápido crecimiento. Los científicos ya han encontrado que la actividad de la enzima 6PGD aumentó en varios tipos de células cancerosas.
“Esto es parte del efecto Warburg, la distorsión del metabolismo de las células cancerosas”, dice Chen, profesor de Hematología y Oncología Médica en la Escuela Universitaria de Medicina de Emory y el Instituto de Cáncer Winship. “Hemos encontrado que 6PGD es un importante punto de ramificación metabólica en varios tipos de células cancerosas”, explica.
El equipo de Winship obtuvo las células cancerosas de un paciente con leucemia linfoblástica aguda y encontró dosis de physcion/parietin que podrían matar la mitad de las células de leucemia en cultivo dentro de 48 horas, mientras que las mismas dosis dejaron a las células sanguíneas sanas indemnes. Un derivado más potente del pigmento llamado S3 podría reducir el crecimiento de una línea celular de cáncer de pulmón hasta más de 11 días, cuando las células se implantaron en ratones.
Aunque los inhibidores de 6PGD parecen no ser tóxicos para las células sanas, se necesitan más estudios de toxicología, tanto para evaluar los posibles efectos secundarios como para ver si las personas con enfermedades hereditarias serían más sensibles a los medicamentos. Parietin está presente en algunos pigmentos naturales de los alimentos, pero no ha sido probado como un fármaco en humanos.