EUROPA PRESS.- Un equipo de investigadores de la Escuela de Dunedin Nueva Zelanda de Medicina ha demostrado que los niños que se chupan el dedo son menos propensos a desarrollar sensibilidades alérgicas como, por ejemplo, a ácaros del polvo doméstico, hierba, gatos, perros, caballos u hongos transportados por el aire.
«Nuestros hallazgos son consistentes con la teoría de que la exposición temprana a la suciedad o a gérmenes puede reducir el riesgo de padecer alergias. No obstante, no se recomienda animar a realizar estos hábitos», han señalado el líder de la investigación, Malcolm Sears, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Pediatrics.
Para alcanzar estos resultados, los científicos analizaron a 1.000 niños de Nueva Zelanda cuando tenían 5, 7, 9 y 11 años para, posteriormente, estudiar la sensibilización atópica cuando tenían 13 y 32 años.
Cuando cumplieron los 13 años, los expertos comprobaron que el 45 por ciento había desarrollado sensibilización atópica, si bien entre los que se habían chupado el dedo, sólo el 40 por ciento era alérgico.
Esta tendencia se mantuvo hasta la edad adulta y no se detectaron diferencias entre aquellos en cuyas casas se fumaba, había gatos o perros y se habían expuesto a ácaros de polvo. Tampoco se encontraron coincidencias entre los hábitos de higiene bucal y el desarrollo de asma o fiebre del heno.