EUROPA PRESS.- Los niños que viven en un entorno ruidoso, especialmente en aquel en el que están altos los volúmenes de la televisión o de la radio, pueden tener más dificultades para aprender a hablar, según ha mostrado un estudio realizado a 106 niños de entre 22 y 33 meses por un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos).
Para entender cómo el ruido de fondo influye en el desarrollo del lenguaje en los niños pequeños, los científicos y sus colegas hicieron tres experimentos, en cada uno de los cuales los menores escucharon frases con dos nuevas palabras, observaron los objetos de dichas palabras y mostraron a los investigadores si recordaban, o no, el nuevo vocabulario cuando eran sometidos a ruidos y voces elevadas de fondo.
De esta forma, los científicos, cuyo trabajado ha sido publicado en ‘Child Development’, comprobaron que sólo los niños que habían estado expuestos a menos ruido de fondo habían aprendido exitosamente las nuevas palabras.
De hecho, en el tercer experimento los menores escucharon dos nuevas palabras en un entorno tranquilo y, a continuación, se les enseñó su significado, además de otras dos palabras, con ruido de fondo, observándose que los niños sólo aprendieron las nuevas palabras y sus significados cuando no había ruido.