ÁNGEL M. GREGORIS.- ¿Los pacientes con crisis hipertensiva deben acudir al hospital o a los centros de salud? Esta es una de las preguntas que han querido responder investigadores de la Clínica de Cleveland (EE. UU.) en un estudio publicado en JAMA Internal Medicine.

El aumento de la presión arterial puede suponer un deterioro de los órganos, por lo que los sanitarios deben preocuparse tras una subida grave de la presión arterial.

Los autores del estudio analizaron los datos de la clínica desde 2008 hasta 2013. De los 2,2 millones de visitas que se llevaron a cabo, 59.836 cumplen la definición de crisis hipertensiva. Tan sólo 426 pacientes fueron remitidos al hospital para controlar la presión arterial y el resto fueron dados de alta. Tras el análisis se vio que estos últimos eran más propensos a tener la presión arterial no controlada en un mes, pero no a los seis meses. Además, estos también tuvieron tasas de ingreso hospitalario inferior a siete días.

“La urgencia hipertensiva es común en la Atención Primaria. En caso de que no haya ningún síntoma de órganos dañados, la mayoría de los pacientes pueden tratarse en los centros de salud, ya que las complicaciones cardiovasculares son raras a corto plazo”, se destaca en el estudio.

Asimismo, el traslado a los servicios de urgencias se asocia con un mayor uso de los recursos sanitarios, pero no con mejores resultados. El estudio destaca que los pacientes con urgencia hipertensiva tienen un alto riesgo de sufrir hipertensión no controlada hasta seis meses después del episodio inicial.