ÁNGEL M. GREGORIS.- Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) ayudan a controlar el dolor y la inflamación de las personas con osteoartritis, pero una nueva investigación publicada en Arthritis & Rheumatology ha llegado a la conclusión de que estos fármacos contribuyen también a los efectos secundarios cardiovasculares de estos pacientes. Así se desvela del estudio que analizó los datos de 7.743 personas con artrosis y 23.229 sin ella. El riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular entre las personas que tenían la patología fue un 23% mayor que aquellos que no la tenían. Asimismo, entre los resultados secundarios se vio que el riesgo de insuficiencia cardiaca era un 42% más entre los que tenían osteoporosis, comparados con los que no tenían, seguido de un 17% más en cardiopatía isquémica y un 14% en accidente cerebrovascular.

“Hasta donde sabemos, este es el primer estudio longitudinal que evalúa el papel mediador del uso de AINE en la relación entre la osteoartritis y las enfermedades cardiovasculares”, explicó el autor principal del estudio, Aslam Anis, de la Escuela de Población y Salud Pública de la Universidad de Columbia Británica (Canadá).

Tras el análisis, los investigadores recalcan que los resultados indican que la osteoartritis es un factor de riesgo independiente para la enfermedad cardiovascular, pero sugieren que el uso de AINE es un factor de riesgo añadido. “Este estudio es muy relevante porque estos medicamentos son algunos de los más utilizados para controlar el dolor y es importante que se conozcan los riesgos”, señalan.