ALICIA ALMENDROS.- A pesar de ser una especialidad implantada en 2005, mediante el Real Decreto 450/2005 de 22 de abril sobre especialidades, el especialista en Enfermería Pediátrica pasa desapercibido entre pacientes y profesionales sanitarios. Así lo ha confirmado en un estudio Laura Pazos, enfermera interna residente de Enfermería Pediátrica del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla).
Bajo el título de “Realidad frente a expectativa de los enfermeros internos residentes de la especialidad de Enfermería Pediátrica”, Pazos quería aportar información sobre un tema tan novedoso, a través de la visión de los protagonistas desde dos perspectivas distintas: la de los especialistas recién terminados y las expectativas de los que empezaban su residencia en el primer año. “La idea surge de mis propias inquietudes como enfermera residente de Enfermería Pediátrica. Me encontraba cursando mi segundo año y uno de los temas que más me preocupaba a mí, y a mis compañeros, era saber cómo estaba siendo la realidad de la primera promoción que acaba de salir al mundo laboral como especialistas”, argumenta Pazos.
El estudio, publicado en la revista Metas de Enfermería, se llevó a cabo en varios hospitales con plazas acreditadas para impartir la Especialidad de Enfermería Pediátrica en Andalucía. Se enviaron un total de 44 cuestionarios: 33 al grupo de residentes de primer curso y 11 al de enfermeros especialistas. “Tras el análisis de los resultados, podemos concluir que la oportunidad de trabajo de los especialista es esperanzadora en Andalucía, ya que sí se valora su formación por parte de los organismos de contratación, mayormente en la Sanidad Pública. Sin embargo, la percepción de los especialistas fue que los usuarios, en este caso los familiares de los niños atendidos, y los propios profesionales no especialistas o no formados por la vía EIR, aún no les reconocen en su totalidad la competencia como profesionales expertos en Pediatría”, explica Pazos, en declaraciones a diarioenfermero.es. Según los datos obtenidos en el estudio, las familias de los pacientes atendidos por los especialistas sólo valoraban positivamente la atención por estos profesionales en un 14%, lo que podría reflejar que sería necesaria mayor información a los usuarios sobre el perfil de los profesionales que los atienden.
Ante esta situación, Pazos subraya que “no existe una solución inmediata a este problema”, pero considera que “lo prioritario es que las Comunidades Autónomas creen listas de Pediatría, que abarquen todas las áreas de hospitalización, Atención Primaria, consultas expertas y cuidados críticos, y que el acceso a dichas listas se permita tanto a los especialistas vía EIR como a aquellos a quienes se les conceda por vía extraordinaria. Somos un colectivos muy bien formado, a través de las experiencia diaria en hospitales públicos, de la investigación y del estudio de las distintas áreas de la Pediatría, a los que de manera incongruente no se nos está permitiendo apuntarnos en las listas especiales de Pediatría que hay disponible hoy día, alegando que nuestra formación no es suficiente o apropiada para ello”.
Escasez de plazas
“No convocan suficientes plazas. La especialización de los enfermeros debería ser algo ‘obligatorio’ al finalizar la carrera, de forma que no hubiera enfermeros generalistas, sino que las especialidades fueran una realidad indiscutible en todos los campos de la enfermería. En mi opinión éste sería el camino para conseguir una atención sanitaria de máxima calidad y lo que le hace falta a nuestra profesión para afianzarse y ocupar el lugar que le corresponde”, apostilla Pazos.
Aunque a la profesión enfermera le ha costado lanzarse a la investigación, “creo que cada vez se adquiere más importancia. Considero que la investigación es imprescindible para mejorar la calidad de los cuidados y para dotar de rigor científico nuestra práctica diaria. Además, la enfermera ocupa un lugar privilegiado en la atención al paciente, estando presente en las distintas etapas vitales del mismo, en todos los niveles de asistencia y que posee una visión biopsicosocial única dentro del equipo multidisciplinar”, finaliza la enfermera.
Un Comentario
emili comas miró
Cuanta razón tiene Laura Pazos, la ciudadanía no reconoce/valora la formación y capacidad de la enfermera/ero especialista en pediatría; sea ésta adquirida en la correspondiente formación especializada/avanzada, ya por la propia experiencia asentada en la práctica.
¿Remedio?, quizá éste pase por una divulgación del propio contenido/currículo de la especialidad, dirigida a la población, tanto, en general, a través de los medios convencionales (prensa, televisión, radio…), o redes sociales y otros media, como específicamente en otros entornos, cual podría ser en sesiones impartidas en escuelas (a diferentes niveles, incluido el de la escuela primaria), a fin de sensibilizar/ mostrar al ciudadano nuestra realidad y expectativas acerca de la ‘Enfermería Pediátrica’.