NADIA OSMAN.- El Hospital San Juan de Dios del Aljarafe lleva atendiendo a personas con ostomías desde hace 14 años y durante 2018 ha puesto en marcha, por primera vez en Andalucía, la Enfermera de Práctica Avanzada (EPA) en el cuidado de pacientes ostomizados. Se trata de una figura diseñada desde la Estrategia de Cuidados de la Consejería de Salud desde hace dos años por un grupo de enfermeros andaluces. Entre ellos se encuentra Ana Gómez quien, a su vez, representa esa figura en su centro.
¿Qué le llevó a interesarse por la enfermería?
La enfermería es la profesión sanitaria que permite el contacto directo con el enfermo, donde realmente se ve el fruto de los cuidados que se prestan. Desde pequeña no he entendido mi vida sin la ayuda al que lo necesita, ya ponía tiritas a mis amigas desde pequeña en el colegio y me encargaba de curarlas. Pertenezco a una familia absolutamente sanitaria y me encanta cómo lo vivimos.
¿Cuál es su labor en el Hospital San Juan de Dios?

Imagen: J.M. Paisano
Desde el año 2003 me dedico a la cirugía y dentro de ella a la estomaterapia. Descubrí lo que era un estoma cuando un día lo vi en la consulta y me impactó. Desde ese momento decidí que quería saber más y ayudar a la persona que lo tenía, por lo que hice el Experto Universitario en el Cuidado a Personas con Estoma en 2007 y, posteriormente, el Máster en 2017. Soy coordinadora de hospitalización quirúrgica del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe desde 2018.
¿Cuántos profesionales de enfermería realizan esa labor?
En el mundo la especialización de la estomaterapia es extensa pero en España no está reconocida. En Sevilla hay un estomaterapeuta mínimo en cada hospital de la ciudad.
¿Cuáles son sus funciones?
La enfermera de práctica avanzada (EPA) acoge al paciente desde el diagnóstico de la enfermedad que puede derivar en una ostomía hasta que la lleve. Posteriormente, planifica los cuidados del paciente, desde el marcaje de la ostomía hasta los cuidados durante la hospitalización, realizando visitas durante el ingreso y valorando al paciente y su ostomía. También planifica el alta y receta los dispositivos, la cita para el seguimiento, se encarga de la escuela de pacientes y también de formar al personal en los cuidados del estoma mediante cursos. En definitiva, es el enlace entre el paciente y el equipo multidisciplinar que lo atiende durante todo el proceso.
¿Qué diferencia existe entre una enfermera generalista y una enfermera de práctica avanzada?
La EPA es la gestora de la planificación de los cuidados específicos del paciente ostomizado. Es su referente, por lo que acompaña al paciente durante todo el proceso. Sin embargo, la enfermera generalista atiende al paciente sólo en el momento que le toca, por ejemplo en la consulta, en la hospitalización o en el quirófano.
¿Es lo mismo que una enfermera especialista?
La legislación vigente en España no reconoce como especialista a la EPA, sino que es una práctica avanzada que no requiere proceso de selección vía EIR.
Entonces, ¿cómo se llega a ser enfermera de práctica avanzada?
Para ser EPA en ostomías deber cumplir varios requisitos y, entre ellos, los académicos, como tener conocimientos certificados por un experto universitario o un máster en la materia.
Desde que su servicio cuenta con su presencia como enfermera de práctica avanzada en cuidados de pacientes ostomizados, ¿qué mejoras se han detectado?
La planificación de los cuidados de estos pacientes está más organizada. Los pacientes tienen de referencia a una sola enfermera y sus visitas inesperadas o de urgencia a las consultas han disminuido, ya que tienen a quién dirigirse. Durante la hospitalización los cirujanos tienen también a una enfermera a la que dirigir sus indicaciones respecto al cuidado del estoma sin perderse la información.
¿Qué aspectos tiene en cuenta en el cuidado integral que da a este tipo de pacientes?
Principalmente se tiene en cuenta la situación personal de cada paciente (soporte familiar) para poder planificar sus cuidados y enfocarlos para que sean lo más objetivos y realistas posibles. También la cirugía y la enfermedad que tiene.
¿En qué se diferencian estos cuidados con los generales?
Sus cuidados son muy específicos. La imagen corporal está totalmente alterada y hay que ayudarlo a reeducar la mente y los hábitos de vida previos. Los pacientes necesitan reincorporarse a su vida lo antes posible para no caer en el aislamiento social como consecuencia de portar un estoma. Un ejemplo, es el caso de una chica joven paciente de chron que daba gracias a Dios porque le pusieran una ileostomía, ya que realizaba al día 15 deposiciones aproximadamente y no podía salir de su casa para nada. La ileostomía le dio independencia y calidad de vida. Ella me enseñó que lo que unos ven como lo peor que les puede pasar, para otros es una salvación.
También recuerdo a una paciente que me contó que al subirse al autobús empezó a oler mal a su alrededor y a pensar que alguien había tenido un escape de gas, hasta que se percató de que la bolsa de la colostomía se le había despegado de su abdomen y que era ella. Aquello me impactó.
¿Sus pacientes son fuente de aprendizaje?
Me han enseñado mucho durante 14 años pero lo más importante es que la capacidad del ser humano para superar las dificultades es infinita. La edad no importa para que una persona pueda cambiar su estilo de vida. Todos somos capaces de adaptarnos a todo. Un paciente de 85 años me demostró que si se quiere ser independiente en los autocuidados, la edad no es un límite. Desarrolló él solo y sin información adicional un sistema de ropa que le sujetaba la bolsa y la hacía más discreta (cosido por él mismo).
¿Qué futuro tiene la enfermera de práctica avanzada?
Esta nueva figura de la EPA en el cuidado de personas con ostomía es novedosa, y esperamos desde la enfermería que haya llegado para quedarse. Los pacientes lo agradecen porque saben que hay alguien velando por ellos desde el principio, que los criterios serán los mismos para todo y que, cuando hay un problema, pueden acceder a ella sin problema.