ÁNGEL M. GREGORIS.- Inseguridad, miedo, estrés, vergüenza, complejos… Estos son sólo algunos de los sentimientos que sufren día a día las más de 70.000 personas que viven en España con una ostomía. Así, la mayoría de ellas sienten cómo su vida cambia de un día para otro cuando se ven obligadas a portar una bolsa para evacuar sus desechos. Esta situación no es ni mucho menos el final para ellos y es que, tal y como reivindican desde numerosas asociaciones, es sólo el principio de una nueva vida.
“La ostomía es un paso muy importante porque nunca te haces a la idea de lo que es hasta que no ves que lo llevas. Es dura la salida del hospital y desde la asociación intentamos que la gente salga adelante y comprenda que podemos hacer de todo con la bolsa”, ha destacado Rosa Rodríguez, presidenta de la Asociación de Ostomizados de Madrid durante las VI Jornadas de Ostomías celebradas en la capital.
Las enfermeras estomaterapeutas son una figura clave a la hora de ayudar y dar los mejores cuidados a los afectados. Así, cada vez son más las instituciones que han comprendido la necesidad de dar este servicio en sus hospitales y comunidades como Madrid, Cantabria, Galicia o Extremadura resaltan por su compromiso en este ámbito. A pesar de las medidas que ya se han llevado a cabo, las consultas que cuentan con enfermeras estomaterapeutas todavía son insuficientes en los hospitales y casi inexistentes en los centros de salud.
“Son pacientes complejos y en Atención Primaria tenemos mucho contacto con el paciente, así que es importante una buena relación con él. Podemos tener contacto con ellos tanto antes de la operación como después, tratando ámbitos como el psicológico que es muy importante, temores del paciente o dificultades a la hora de adaptación a este cambio que se va a producir en su vida y también respecto a cuidados, asesoramiento de los dispositivos y todo con respecto a su vida cotidiana”, ha asegurado Mercedes Domínguez, enfermera residente de Familiar y Comunitaria en el centro de salud Segovia (Madrid).
Asimismo, ha considerado imprescindible que las enfermeras estén formadas en esta área porque “al final el paciente va reclamando una atención y debemos saber dársela”. “Teniendo una enfermera estomaterapeuta en el centro de salud nos facilitaría mucho el trabajo y haría que la atención a estos pacientes fuera muchísimo mejor”, ha concluido.
Desde AOMA también se considera importantísimo empezar a pedir que haya consultas especializadas en todos los centros de salud “porque son los puntos más cercanos a la persona ostomizada y son los que tienen que encargarse”, afirma Rosa Rodríguez.
Tras el diagnóstico, los afectados deben aprender a vivir con la bolsa y a afrontar situaciones incómodas a la hora de organizar su vida social. “Adaptarse a esta nueva vida cuesta bastante y es necesario hacerlo poquito a poco, con mucho apoyo familiar y, siempre que se pueda, sanitario”, ha subrayado Yolanda Ortega, enfermera estomaterapeuta de Fundación Jiménez Díaz (Madrid), que ha recalcado que al salir siempre se tienen muchas dudas. “Muchas personas ostomizadas tienen miedo a sufrir una fuga en la calle y desde la consulta les aconsejamos que lleven un pequeño neceser con las cosas necesarias para un cambio”, ha explicado.
La presidenta de AOMA ha puesto de manifiesto también que muchas personas cuando salen del hospital “no son capaces de decirle al mundo que llevamos una bolsa con heces”. Por este motivo, ella resalta la importancia de que se organicen jornadas como esta “que nos dan visibilidad y nos hacen sentirnos menos mal”.
Estas jornadas se han celebrado durante la Semana Mundial del Paciente Ostomizado, en la que también se ha presentado la canción Te da la vida, un himno compuesto por Íñigo Lapetra y Carlos Prida y que, a través de la voz de pacientes y enfermeras, buscan dar visibilidad a esta situación. Un tema de esperanza y alegría con el que el Consejo General de Enfermería, con la colaboración de Coloplast, lanza un mensaje de ánimo a todos los afectados.