ÁNGEL M. GREGORIS.- Según los últimos estudios, en el año 2033 habrá 49 millones de habitantes en España y 1 de cada 4 será mayor de 65 años. Con una población envejecida y con enfermedades crónicas se hace indispensable buscar soluciones para atender y dar los mejores cuidados a estos pacientes. La enfermería es, sin duda, la pieza clave en esta situación. Así se ha desprendido en la segunda mesa redonda de la jornada Liderazgo enfermero en Atención Primaria y el Sector Sociosanitario, organizada por la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud junto al Colegio de Enfermería de Lugo y el Consejo General de Enfermería, y celebrado en el Hospital Lucus Augusti, de Lugo.
Mª Pilar Prieto, directora de Enfermería del Hospital de La Princesa (Madrid), se ha encargado de moderar el debate y ha destacado que en la actualidad nos dirigimos a una atención claramente domiciliaria. “Tenemos una población más longeva, con pacientes cada vez más crónicos y tanto ellos como las familias demandan más conocimiento y más capacitación del proceso de enfermedad. Además, nos piden que nos traslademos a su domicilio y estos cuidados deben ser liderados por las enfermeras”, ha destacado.
Cristina Gómez, enfermera del Centro de Salud Ramón y Cajal (Madrid), ha desgranado cuál es la función de las enfermeras en Atención Primaria de la Comunidad de Madrid y ha recalcado que gracias a su labor se han reducido mucho las visitas innecesarias a urgencias. “Tenemos una doble función. En primer lugar, como educadora, enseñando al paciente, cuidador o familiar qué es lo que tienen que hacer para detectar posibles signos de alarma. En segundo, como gestora de casos para coordinar entre el hospital, el trabajador social, la familia, el paciente… para así minimizar los recursos y evitar que acudan a urgencias”, ha aseverado.
Otro de los temas estrella de la jornada ha sido la atención durante el puerperio. Bajo el título “El gran olvidado”, José Ignacio Matute, matrona del Centro de Salud Illas Canarias (Lugo), ha criticado que “el control del nacimiento durante el embarazo y el parto parece que lo tenemos con un microscopio, pero luego el bebé pasa a pediatría y la madre queda como descolgada de los cuidados sanitarios, limitándose a unos mínimos”. “Ellas se sientan que pasan de estar muy controladas a de pronto que sus necesidades quedan en un segundo plano. Es una etapa muy importante porque es donde se gesta esa crianza, esa familia y ese nacimiento de ese nuevo madre y padre. Nosotros tenemos que estar ahí para apoyar a esas madres. Es cierto que tenemos falta de personal en Atención Primaria, pero esto sólo lo podemos solucionar si forzamos un poco la máquina y atendemos a esas madres, las escuchamos, se abren programas nuevos, grupos postparto… para que las mujeres se sientan atendidas y la administración nos escuche”, ha concluido el enfermero.
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