GEMA ROMERO.- Carla es el primer bebé que recibe un trasplante de corazón de un donante con un grupo distinto al suyo en nuestro país. Tras la generosidad de la familia donante este bebé de apenas 5 meses le debe la vida a los médicos que la han operado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, pero también a los tres enfermeros perfusionistas que han sido su corazón y sus pulmones durante la intervención, pues son los que se han encargado de limpiar su sangre de anticuerpos con una nueva técnica de circulación extracorpórea. Se trata de Rosario Pérez Pérez, José A. Zamorano y Blanca Ramírez. En diarioenfermero.es hemos hablado con ellos para conocer un poco mejor su papel en el primer trasplante cardiaco infantil AB0 incompatible. Esta intervención convierte a España en el tercer país europeo que las realiza.
Este tipo de trasplante en el que donante y receptor no comparten grupo sanguíneo lleva realizándose desde hace más de 10 años en Canadá, de la mano de la cardióloga e inmunóloga Lori West, del Hospital Infantil de Toronto, que fue la primera en aprovechar el hecho de que los bebés nacen sin anticuerpos frente al grupo sanguíneo (isohemaglutininas), circunstancia que se mantiene en niveles bajos hasta los 12-15 meses de edad. Esto hace posible que los menores de un año puedan recibir un órgano de un donante que no posee su mismo grupo sanguíneo, pero para ello se requiere utilizar elementos sanguíneos libres de anticuerpos y una técnica de exanguinotransfusión o eliminación de las isohemaglutininas de la sangre desde la inclusión del niño en el programa de trasplante y durante la cirugía. Labor que desarrollan los enfermeros perfusionistas.
“En cualquier trasplante los perfusionistas se encargan de sustituir la función del corazón, los pulmones y los riñones del niño mientras dura la intervención cardíaca. Para ello utilizamos un máquina de circulación extracorpórea”, comenta Blanca Ramírez. Sin embargo, para este primer trasplante AB0 incompatible han tenido que modificar su trabajo y crear un protocolo nuevo. Como explica Rosario Pérez “para este trasplante hemos tenido que preparar un reservorio adicional para poder hacer los recambios sanguíneos en el caso de que en algún momento apareciesen anticuerpos”. “Teníamos que modificar el circuito para tener un reservorio adicional para tener sangre limpia de anticuerpos y lo que hacíamos era una derivación en el circuito para sacar sangre del niño con anticuerpos, llevarla a un reservorio y meterle sangre limpia de anticuerpos. Esa ha sido la clave del éxito del trasplante, que el niño no tuviera anticuerpos antes de que se le desclampara la aorta”, añade José A. Zamorano.
Casi dos años de preparación
Para poder realizar esta nueva técnica, la unidad de Transplante Cardíaco Infantil del hospital madrileño que dirige Manuela Camino se puso en contacto con los profesionales que trabajan con Lori West. “Los perfusionistas canadienses nos pasaron su protocolo de circulación extracorpórea, y nosotros nos hemos encargado de traducirlo, adaptarlo y probarlo en el laboratorio de cirugía artificial del hospital, probar con suero y agua que funcionaba y podíamos limpiar la sangre de anticuerpos y adaptarlo a nuestros materiales”, explica Zamorano.
Para estos enfermeros perfusionistas lo más difícil ha sido entender la técnica y hacerla segura. Para ello se han pasado casi dos años preparándose. “Con el paso del tiempo hemos ido sintetizando la técnica, para que no fuese tan liosa. Ahora mismo, con la práctica, la tenemos muy dominada, muy investigada, y hemos logrado no tener que hacer ninguna gran maniobra para poder realizarla”.
Eso sí, desde el Gregorio Marañón han tenido que adquirir nuevo material para esta nueva línea de trasplantes. “Hemos tenido que implementar un monitor en la bomba de circulación extracorpórena y elaborar un programa específico, porque al cambiar toda la sangre se altera la coagulación. En toda cirugía cardíaca se altera, pero en este caso, al cambiar la sangre dos veces, lo hace mucho más”, señalan.
“En un paciente de 5 kilos, como Carla, le cambiamos un volumen de unos 400 ml de sangre, que es lo que tiene circulando. Le sacamos sangre con anticuerpos y le metemos sangre sin ellos. En eso se tardan 4 minutos. Vemos que está estable y empezamos con el segundo recambio. Sacamos otros 400 ml y simultáneamente le vamos metiendo sangre. En 8 minutos tenemos hecha la técnica de la exanguinación y, tras comprobar la ausencia de anticuerpos, ya se puede seguir con el procedimiento normal del trasplante”, expone Zamorano. Todo un récord para Manuela Camino, con lo que el equipo quirúrgico consiguió la implantación con un tiempo de isquemia de 230 minutos, clave para el éxito de la cirugía, en la que han participado más de 50 profesionales.
Actualmente, tras la intervención del pasado 9 de enero, Carla se encuentra bien, ingresada en la UCI Pediátrica del hospital, evolucionando favorablemente y con una muy buena función cardíaca. Tras este éxito, en el Gregorio Marañón ya tiene a otro bebé esperando un trasplante incompatible y en La Paz y en el Reina Sofía de Córdoba también hay equipos trabajando para extender este tipo de trasplantes por la geografía española. Sin duda, una nueva esperanza para los bebés que esperan un trasplante que ya no necesitarán que el donante tenga su mismo grupo sanguíneo.
Enhora buena a todos mis compañeros del Gregorio
Marañon de Madird. Un exelente equipo de profesionales que hacen gala de tener un equipo multidisciplinar donde vas uno de ellos es importante e imprescindible.
QUE MARAVILLA DE NOTICIA….AUNANDO ESFUERZOS….PARA SALVAR VIDAS….ENHORABUENA