RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- Cada año, se detectan en nuestro país 35.000 casos de niños que, por diversos tipos de maltrato, no pueden vivir en su entorno familiar y requieren la intervención de servicios de protección que les deriven a centros y familias de acogida.
Así se ha puesto de manifiesto durante la IV Jornada sobre Atención al Maltrato Infantil desde Emergencias, celebrada en la sede central del SAMUR en la antesala del Día Universal del Niño, un evento que cada año tiene lugar el 20 de noviembre y al que acuden tanto profesionales sanitarios relacionados con la atención a la infancia como jueces, fiscales, policía nacional y guardia civil y miembros de los servicios sociales.
“Gafas” para detectar el maltrato
Precisamente, en la Comunidad de Madrid, el SAMUR se ha convertido en el segundo notificador de casos de maltrato en la infancia gracias a la puesta en marcha de un protocolo de detección y atención de niños que pudieran estar en una situación de riesgo. En poco más de quince años, este protocolo les ha permitido detectar más de 2.000 casos de maltrato.
Como explica Suárez Bustamante, jefa de División de Guardia de Enfermería SAMUR – Protección civil, “hemos aprendido a ponernos las ‘gafas’ para detectar a estos niños”. De esta forma, aunque no acudan a atender al menor directamente, son capaces de ver más allá y en determinados casos como el de un padre que ha sufrido un accidente o una intoxicación pueden intuir que detrás hay un niño en riesgo. Ante una situación de este tipo, añade, “nuestra labor es notificarlo a los servicios sociales y, si es grave, a los cuerpos de seguridad para que realicen una intervención lo más precoz posible ya que las consecuencias del maltrato pueden ser muy graves, sobre todo si es continuado”.
Además de la gran labor de coordinación que hay tras este protocolo, uno de sus puntos fuertes, según Suárez Bustamante, es el seguimiento que cada profesional hace de los casos, informando al resto de la evolución individual de estos niños de tal forma que pasado el tiempo el profesional que lo notificó sabe qué ha sido de ese niño.
Conciliación y negligencia
Actualmente, explica esta enfermera, “la forma más frecuente de maltrato que nosotros vemos es la negligencia o falta de cuidado de los menores. Esta situación puede estar relacionada con la situación socioeconómica, pero no tiene por qué. Ahora mismo, con la vida que llevamos para conciliar familia y trabajo, se están detectando muchos casos de niños que pasan largas horas solos a edades muy tempranas. Esto representa en sí mismo una situación de riesgo. Es un maltrato no intencionado, pero no es adecuado para un niño”. En estos casos, explica, los profesionales del SAMUR avisan a los servicios sociales para que estos se pongan en marcha inmediatamente e intenten apoyar a la familia.
Normalizar lo que no es normal
Uno de los principales problemas con respecto a la situación de la infancia en estos momentos, subraya esta enfermera, es que se normalizan situaciones que no son en absoluto normales como el consumo de alcohol a edades tempranas o que los menores estén hasta altas horas de la noche en la calle. Y esto no es infrecuente, como no lo es tampoco el maltrato. Así lo apunta José Antonio Díaz Huertas, pediatra jefe del Programa de Atención al Maltrato Infantil de la Comunidad de Madrid, para quien “estamos un poco desorientados con respecto a lo que sucede en la infancia en este momento. Estamos empezando a hablar de acoso escolar, de anorexia y bulimia, de adicción a las nuevas tecnologías… hay infinidad de problemas que afectan a los niños y da la sensación de que la sociedad escucha, pero luego les da la espalda. Creo que hay también un gran despiste entre los padres. Cómo puede ser que a ciertas horas los niños no estén en casa, que en el colegio nadie haya detectado nada… da la sensación de que algo está fallando y no es solo un fallo del estamento político sino también del profesional y del familiar”.
La enfermera, clave
El contacto con el paciente y la cercanía a las familias hacen que la enfermería sea clave en la detección y atención de los niños que sufren maltrato. “Por encima de otros profesionales del ámbito sanitario, la enfermera es el profesional que más está en esa posición de poder hacer la detección y la atención a la familia”, afirma Díaz Huertas.