MARINA VIEIRA.- Según los datos extraídos del Estudio Framingham del Corazón en Boston (FHS) las personas que consumen a menudo bebidas azucaradas -como refrescos y zumos de frutas-, tienen más posibilidades de tener falta de memoria, menor volumen cerebral y menor tamaño del hipocampo. Los investigadores también han descubierto que las personas que beben refrescos light a diario tienen tres veces más posibilidades de desarrollar demencia que aquellas que no consumen este tipo de bebidas.
Estos hallazgos han sido recientemente publicados en Alzheimer y Demencia y en la publicación Stroke. «Nuestro descubrimiento indica la relación que tienen las bebidas azucaradas en la atrofia cerebral, incluyendo la falta de memoria y el bajo volumen del cerebro», explica Matthew Passe, uno de los principales investigadores del estudio, perteneciente al departamento de neurología de la Universidad de Medicina de Boston e investigador en el FHS. «También hemos descubierto que aquellos que beben refrescos light tienen tres veces más posibilidades de sufrir un infarto o desarrollar demencia. Esto incluye un incremento del riesgo de sufrir derrame isquémico».
Los efectos adversos que tiene el azúcar en la salud son conocidos por todos. Sin embargo los refrescos light a menudo son tratados como una alternativa más saludable a los refrescos con azúcar y este estudio demuestra que tanto el azúcar cómo los edulcorantes artificiales están relacionados con un aumento del riesgo de sufrir paros cardíacos o cerebrales.
Este estudio se realizó en más de 4.000 participantes de más de 30 años y fueron examinados utilizando resonancia magnética y estudios cognitivos para medir la relación entre la ingesta de bebidas y volumen del cerebro. Los investigadores monitorizaron 2.888 participantes de 45 años en adelante para observar el desarrollo de un paro cardíaco y 1.484 participantes de más de 60 años a lo largo de 10 años. Tras este estudio, los investigadores sugieren que deberíamos tener cuidado con el consumo de refrescos, ya sean azucarados o no. Ya que, aunque es prematuro asegurar que sus observaciones representen una causa-efecto y serán necesarios futuros estudios para comprobar si el consumo de edulcorantes artificiales puede tener efectos adversos en el cerebro, este es un indicio más de que los edulcorantes artificiales puede que no sean lo más beneficioso para asegurar tener una vida saludable.
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