GEMA ROMERO.- En una ceremonia muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver, en una sede diferente al tradicional Teatro Campoamor de Oviedo, sin público, con distancia y mascarilla, quizá por ello un tanto fría. Tan distinta que, precisamente por eso, «siempre será recordada», como ha comentado el presidente de la Fundación Princesa de Asturias, Luis Fernández-Vega, en su discurso. Así ha sido la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias que ha tenido lugar esta tarde en Oviedo, en uno de los salones del Hotel Reconquista, tan ligado a estos premios. Aquí, los sanitarios que han luchado y siguen luchando contra la pandemia que nos asola han sido reconocidos por su esfuerzo y trabajo, más allá incluso de lo que sería su deber, con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Un total de 15 profesionales de todos los ámbitos: médicos, enfermeras, auxiliares, personal de limpieza, hombres, mujeres, del ámbito público y del ámbito privado, civiles, militares, muchos de Asturias, sí, para evitar desplazamientos innecesarios, pero todos con el ánimo de representar a quienes se han jugado y se siguen jugando la vida para curar y cuidar a los demás. Todos muy emocionados, saludando con la mano en el corazón.
En nombre de todos ellos han recibido el premio, de manos de la princesa de Asturias, Salvador Balboa, MIR de 5 año en el hospital de Asturias y la enfermera Verónica Real Martínez, directora de Enfermería del hospital de IFEMA. Suya ha sido la ovación de homenaje dedicada a todos los sanitarios en el momento más emotivo de la tarde, que ha puesto en pie a todos los presentes, incluidos los Reyes.
El discurso ha corrido a cargo de José Eugenio Guerrero Sanz, jefe de la UCI del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, responsable de agradecer en nombre de todos los profesionales. Premio que ha dedicado especialmente a los sanitarios fallecidos. «Unos protagonistas sin nombre, que nadie recordará», parafraseando a Unamuno, en una pandemia que «también nos ha enseñado lecciones importantes y nos ha hecho recuperar valores esenciales», ha dicho, destacando la importancia de un «buen sistema sanitario» que ofrezca «seguridad en tiempos de incertidumbre». «No podemos olvidar que el virus sigue ahí y hoy es más importante que nunca cuidar de nuestra sanidad e intentar mejorarla entre todos día a día», ha resaltado.
«Hubo desaliento, cansancio infinito, lágrimas, miedo, pero siempre volvimos a levantarnos porque rendirse no era una opción». Pero pese a todo Guerrero ha negado que los sanitarios hayan sido «héroes» en la pandemia. «Quizá lo fuimos todos», ha dicho, recordando cómo, en un momento en el que la pandemia «obligaba al distanciamiento», se «rompió» esta barrera hallando un «punto de encuentro». A las 8 de la tarde, ha recordado, los españoles salían a sus balcones a «aplaudir a la vida, a buscar en la mirada de los otros la fuerza para seguir adelante».
Durante los «terribles días» de la primavera, los sanitarios hicieron su trabajo «lo mejor» que supieron y pudieron, según Guerrero, «conscientes de que en la lucha contra el virus no era posible esperar milagros». Junto a ellos, ha recordado la labor de los sectores esenciales, la colaboración altruista de empresas y organizaciones que facilitaron material, la conjunción de esfuerzos de los recursos públicos y privados, y la ayuda «inestimable» de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Estos duros meses han servido al personal sanitario para aprender que «es difícil entender la palabra concordia si no va unida a la de solidaridad». «Una pandemia que nos trajo y trae tanto sufrimiento, dolor, deshumanización y muerte, también nos ha recordado que la concordia sólo se obtiene con el esfuerzo de todos a través de la solidaridad», ha subrayado.
El médico intensivista ha querido cerrar su discurso recordando a los compañeros que han fallecido en la lucha contra la pandemia, «hombres y mujeres que dedicaron su vida a cuidar de otras vidas y que llevaron su generosidad y compromiso hasta el extremo». «Quizá la historia no recuerde sus nombres, pero nosotros no los olvidaremos nunca y hoy recogemos este premio en su memoria», ha concluido.
Actitud heroica
«Nosotros sí creemos que tenéis una actitud heroica y valiente y con ella nos devolvéis la esperanza», ha señalado Felipe VI en su discurso. «Decenas de miles de personas, en realidad, mujeres y hombres que están pagando un alto precio por su entrega y su coraje», ha dicho de ellos el jefe del Estado, reconociendo además que «trabajan en
muchas ocasiones con medios insuficientes».
También ha requerido recordar «a los miles de personas que han perdido la vida, en especial a los sanitarios, ellos son la imagen misma de la dignidad humana y representan a un país que debe permanecer unido, afrontando los problemas con responsabilidad, sentido de deber y civismo», ha subrayado el monarca. «Representan lo mejor de nuestra sociedad; el corazón de un país que en los peores momentos debe mantenerse unido y ser capaz de enfrentarse a los más graves problemas con responsabilidad, sentido del deber y civismo», ha señalado emocionado.
Representantes enfermeros
Verónica Real y Javier García han sido la representación enfermera en la entrega de los premios. Ella, directora de Enfermería en el Hospital Covid-19 IFEMA y en la actualidad supervisora de Enfermería en el Servicio de Urgencias Extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid SUMMA 112, y él, interventor en la residencia de Mayores de Grau (Asturias) y enfermero de Familiar y Comunitaria. Ambos han llevado a la profesión hasta el escenario del acto. Especialmente Verónica Real, designada, junto al médico residente, Salvador Balboa Palomino, para recoger el galardón de manos de la princesa de Asturias.
En lugar de premios, que den a la sanidad, todo el dinero acumulado que tienen los borbones. El virus de la corona, es otra pandemia que hay que eliminar de este país.