MARINA VIEIRA.- Endulzar los momentos tristes. Es lo que busca el equipo de enfermería del Hospital Infanta Elena de Valdemoro en Madrid que ha decorado las paredes de la unidad de neonatología con coloridos dibujos de la selva “las madres a esta unidad vienen muy tristes y queríamos alegrar su estancia con colores alegres. Buscábamos que estuvieran a gusto” confiesa Adoración Cámara, auxiliar de enfermería del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, que ha decorado –con ayuda de todo el equipo de enfermería- las paredes de la unidad de neonatología del hospital Infanta Elena.
“Llevábamos un tiempo pensando de qué manera podíamos decorar o hacer algo distinto en la unidad porque sentíamos que con las paredes tan blancas estaba todo un poco frío. En una reunión de equipo en la que estaba también Pilar de Gustín, nuestra directora de enfermería, propusimos al personal diferentes ideas para decorar y entre esas ideas surgió la de que nuestra auxiliar pintase, puesto que ella tenía formación en ello, a la dirección les pareció una brillante idea y lo pusimos en marcha” expone Beatriz Botrán, supervisora de enfermería del área de materno infantil y neonatos del Hospital Infanta Elena de Valdemoro. Así surgió la idea de plasmar la alegría en las paredes de la UCI de Neonatos, iniciativa que planean extender más allá de las fronteras de neonatología. “Nos queda la unidad de aislados y en la entrada, camino hacia la lactancia, también queremos poner unos elefantitos” describe Adoración.
Todo el equipo de enfermería se ha involucrado en el proyecto, las diez enfermeras y auxiliares de neonatología han dado apoyo y han seguido la dirección de Adoración para conseguir un fantástico resultado. “Toda la unidad se implicó de una manera o de otra, han participado las diez enfermeras y los cinco auxiliares del equipo e incluso algún auxiliar de algún servicio cercano de materno infantil también ha ayudado a que esto salga adelante”. Ha servido no sólo para alegrar a los pacientes sino para motivar al equipo de enfermería a llevar a cabo un proyecto ideado, planeado y ejecutado de forma autónoma por ellos que ha tenido una “acogida increíble” resalta Beatriz.
La técnica
Adoración Cámara, aparte de ser auxiliar de enfermería, tiene formación en artes plásticas y decidió que “la pintura acrílica” era el mejor producto para realizar los dibujos porque “seca muy rápido, no tiene olor para los niños y es muy manejable”. En apenas veinte días, trabajando por las noches y en “momentos en los que la sala estaba vacía” consiguieron dotar de personalidad a un espacio en muchas ocasiones frío y poco agradable.
“Este proyecto surge para desmitificar un poco la idea de que los hospitales son lugares horribles, buscábamos crear un espacio más íntimo y más familiar. De alguna manera, humanizar la estancia” revela Javier González-Valcárcel jefe de Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Infanta Elena.
Esta iniciativa no es aislada, se engloba dentro de la tendencia del hospital de otorgar una atención más cercana a los pacientes. La unidad en concreto ya había llevado a cabo iniciativas de este tipo como fue la de cambiar los tradicionales uniformes blancos de las enfermeras por unos estampados “para aumentar la confianza de los niños en el personal sanitario” recalca la supervisora de la unidad, Beatriz Botrán.
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