ANA MUÑOZ.- Conseguir que los potenciales donantes de sangre pierdan el miedo a los pinchazos es clave para garantizar la supervivencia de cualquier centro de transfusiones. El Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana ha dado un paso importante en esta dirección al crear un curioso invento: un dispositivo que funciona con luz infrarroja y proyecta sobre la piel un “mapa de las venas”.
Su funcionamiento es sencillo: la sangre contiene una gran cantidad de hemoglobina, sustancia que absorbe luz infrarroja, de manera que al proyectar este tipo de luz sobre la piel, las venas se hacen claramente visibles. Así, el enfermero sabe dónde pinchar exactamente ya sea para un análisis, una extracción de sangre o un tratamiento intravenoso.
Con este dispositivo de luz infrarroja, que actualmente se encuentra en fase de pruebas, se ahorra tiempo y pinchazos innecesarios. Además, contribuye a que los donantes pierdan el miedo y se reduce su estrés frente al acto de la donación.
Este vídeo elaborado por el Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana muestra claramente el funcionamiento del aparato: