GEMA ROMERO.- Madrid es una de las comunidades autónomas con mayor nivel de adherencia a los tratamientos. El 57,81% de los ciudadanos cumple adecuadamente los tratamientos prescritos, frente al 50% de la media nacional, según el Análisis Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas del Observatorio de la Adherencia al Tratamiento (Grupo OAT) presentados hoy en unas jornadas.
De hecho, las tasas de adherencia son superiores a las de no adherencia en todas las patologías analizadas, salvo en depresión, donde el 50,99% de los pacientes no cumple los tratamientos prescritos. Las mayores tasas de adherencia, por encima del 60%, se registran en diabetes (67,89%) o enfermedades cardiacas (62,22%). Entre el 50 y el 60% se sitúan osteoporosis (59,35%); vejiga hiperactiva (58,49%); enfermedad reumática (57%); asma (55,17%) y EPOC (54,76%).
En cuanto a los motivos para la no adherencia, el olvido de la toma de los medicamentos fue el más mencionado (por un 29,02% de los encuestados). Además, un 16,67% indicó que tiene dificultades para la toma diaria y un 12,82% reconoció no cumplir el horario de las tomas. Asimismo, un 16,55% admitió abandonar la medicación en caso de mejoría y un 12,94% en caso de empeoramiento.
Un dato importante recabado de la encuesta tiene que ver con la automedicación. Un 37,88% de los encuestados reconoció automedicarse, y un 78,92% reconoció hacerlo específicamente en procesos banales. Sin embargo, sólo un 35,12% de los pacientes se lo comunicó a su médico. En cambio, un 55,58% aseguró no compartir esta información con el facultativo, y un 9,30% optó por no contestar a la pregunta.
Para Carmen Valdés, vocal del OAT, los profesionales sanitarios deben ser conscientes de que “la falta de adherencia es un riesgo para la salud y un gasto para el sistema”. Para paliarlo es “necesaria una buena información a los pacientes, insistir en cómo se debe tomar la medicación, y propiciar que los pacientes consulten las dudas”, ha señalado en declaraciones a diarioenfermero.es
Pero para Valdés también es fundamental que las distintas administraciones se conciencien del problema que supone la falta de adherencia. “Este tema está calando, tenemos datos y ahora toca pasar a la acción, y no sólo hablar, sentarnos de verdad y elaborar protocolos de actuación con la administración para resolver este problema. En cada ámbito sanitario debemos estar todos cohesionados, con una buena información entre profesionales, emitiendo el mismo mensaje”. A su juicio la administración debe facilitar recursos para ello, así ponía como ejemplo el contar con un buen sistema informático, de registro, que permita alertar de los incumplimientos en la toma de medicación.
Paciente responsable
En el caso concreto de Madrid, la comunidad se ha marcado entre sus objetivos el fomento de la responsabilidad del paciente en sus cuidados, que todas las personas que viven en la comunidad sigan el tratamiento de la manera adecuada para que sea efectivo, proporcionándoles herramientas que mejoren su cumplimiento terapéutico y utilizando la educación sanitaria como aspecto clave para conseguir un cambio en la conducta del individuo, y ahí la enfermera tiene un papel predominante.
Como explica Juana Mateos, enfermera y coordinadora de la Escuela Madrileña de Salud, “las enfermeras son entrenadoras en el autocuidado y con la adherencia al tratamiento tienen un papel muy importante porque son las que establecen el plan de cuidados de los pacientes, ayudan a las personas a que sean capaces de cuidarse a sí mismas. En estos cuidados es muy importante el cuidado terapéutico y la adherencia al tratamiento, la enfermera está para facilitar este trabajo, para revisar, para ayudar, para apoyr para educar si no se comprende bien el tratamiento.
A este respecto, y pese a que cada vez hay una mayor concienciación entre los profesionales, para Mateos sí “hay que mejorar en la coordinación entre los profesionales y que ese paciente tenga un plan de cuidados y verifiquemos entre todos que se ha hecho una valoración multifuncional de ese paciente. Valorando la situación de cada paciente, sus condiciones, sus capacidades, sus limitaciones, los recursos y apoyos que tienen podemos ver si hay fallos en la seguridad, en la administración de los medicamentos”. De ahí que, a su juicio, jornadas como la celebrada hoy en Madrid sirvan para “sensibilizarnos y comprometernos conjuntamente en que haya muchas acciones, porque una sola no es suficiente, y que todos los profesionales estemos todos muy coordinados”.
De hecho esa misma idea, la coordinación del equipo multidisciplionar como pieza clave para la mejora de la adherencia es lo que han puesto de manifiesto los participantes en el debate posterior: Yolanda Martín (pediatra), Cristina Casado (farmacéutica), Paloma López (médico de familia) y Carmen Jiménez (enfermera).