Enfermeros en política 6/7

Urna

Un total de 13 comunidades autónomas, 8.122 ayuntamientos, 802 diputados de los parlamentos autonómicos y más de 67.600 concejales se juegan su futuro, y el de los ciudadanos, el próximo 24 de mayo en las elecciones autonómicas y municipales. Entre los candidatos hay algunos enfermeros que han decidido dedicarse a la política. En DIARIOENFERMERO.ES hemos hablado con representantes de los principales partidos por toda la geografía española. Aunque nos hubiera gustado contar también con algún enfermero de Podemos, a través del partido ha sido imposible lograr algún contacto. Ordenados de forma inversa a los resultados obtenidos en las anteriores elecciones municipales, analizamos cómo y por qué estos enfermeros deciden dar el salto a la política, con entrevistas que publicaremos a lo largo de toda la semana. En esta ocasión es el turno de Maite Esporrín, candidata a la alcaldía de Pamplona (Navarra).

GEMA ROMERO.- Con 27 años de experiencia en la enfermería, siempre en el campo del diagnóstico por imagen, Maite Esporrín ya lleva más de 12 años en el mundo de la política, tres legislaturas, aunque en su primera etapa en el Ayuntamiento compaginó ambos mundos. Siempre ha tenido una gran presencia en el ámbito de las asociaciones de enfermería. Ha presidido la Asociación de Enfermería Radiológica en Navarra y durante 10 años presidió la Federación de Asociaciones de Enfermería Radiológica. También ha formado parte, hasta 2013, de la junta de gobierno del Colegio de Enfermería de Navarra.

Aunque nunca había pensado en dedicarse a este mundo, su entrada en política fue gradual y progresiva. “Un conocido de Pamplona, enterado de mi implicación con el colectivo de enfermería, me invitó a ir en la lista al Ayuntamiento en la legislatura de 1999 a 2003. Del 2003 al 2007 estuve fuera de la política, pero se me había metido el gusanillo. En 2007 nuevamente me invitaron, iba la segunda en las listas. El que iba primero pasó a dirigir la mancomunidad de la comarca de Pamplona y entonces yo me quedé de portavoz. En ese momento empecé a dedicarme sólo a la política. Estuve 4 años en el Ayuntamiento y otros 4 he estado también en el Parlamento de Navarra, dedicada a tiempo completo, porque la verdad es que es complicado intentar compaginarlo con la enfermería”, explica. Pero eso sí, siempre ha mantenido su plaza en excedencia.

El mismo espíritu

Al fin y al cabo, “en el fondo creo que el espíritu de ambas es el mismo: ayudar a los demás. Yo entiendo que la política también es una profesión de servicio, como la enfermería, es ayudar a los demás. Los políticos debemos estar destinados a mejorar la vida de la ciudadanía”, pues, a su juicio “la ciudad es como un hospital, con distintos departamentos que mejorar”.

Pero todo se lo debe a su profesión. “La enfermería me ha ayudado a contactar con mucha gente, a tener una formación humanitaria, ves el sufrimiento y los problemas de las personas y eso te ayuda a entender y ver la vida de otra manera. Te ayuda a tener un concepto diferente que va a ayudar también a realizar tus políticas pensando en los demás”.

Hoy por hoy, aunque lo más probable es que continúe en la oposición en el Ayuntamiento de esta ciudad de casi 200.000 habitantes, no sabría por qué profesión decantarse. “Me resultaría casi imposible optar por una u otra, el futuro me llevará donde tenga que estar en cada momento”. Así, intenta por todos los medios mantener el contacto con la enfermería. Al fin y al cabo “me parece necesario tener un futuro distinto de la política, que no tiene que ser una salida profesional, sino mantenerte en ella mientras crees que tienes que aportar y tienes el respaldo. Pero tener otras salidas es fundamental”, argumenta.

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