IRENE BALLESTEROS.- ¿Sabías que para un control óptimo del broncoespasmo en niños es necesario garantizar una correcta técnica del manejo de las cámaras de inhalación? Conocer el correcto uso de las cámaras de inhalación en niños es fundamental para asegurar un buen tratamiento. En el uso de estas es imprescindible adaptar la técnica según la edad de los pequeños. Así lo cuenta Blanca Antequera, enfermera experta en neumología pediátrica en un nuevo programa de Cuídate con tu Enfermera.
«Las cámaras de inhalación ayudan a que el medicamento del inhalador (MDI) llegue de manera mucho más efectiva a los pulmones. Si lo usáramos directamente en la boca, la mayoría de las partículas se quedarían ahí y en el aparato digestivo. En cambio, al usar una cámara de inhalación, una mayor cantidad del medicamento llega a donde realmente se necesita: los pulmones. Así es mucho más eficaz. En el mercado disponemos de varias opciones con las mismas garantías en cuanto a que el tratamiento funcione. Por lo tanto, lo fundamental, es que la técnica sea correcta en función del grupo de edad en la que se encuentre el niño», explica la enfermera.
Niños < de 4 años
Lo más importante que debemos saber es que, con este grupo de edad, debemos usar siempre una mascarilla facial que se ajuste adecuadamente a la cara del niño. «Debemos saber también que los niños menores de cuatro años no suelen colaborar así que lo primordial es sujetarles correctamente para que se muevan lo menos posible, evitando que la mascarilla se despegue de su cara cuando realiza las inhalaciones; si esto ocurriera, esa inhalación no sería efectiva», sigue.
Los pasos a seguir son:
- Colocar al niño incorporado sentado en nuestro regazo Realizaremos la técnica sin chupete.
- Colocaremos sus piernas entre nuestras piernas; pasaremos uno de sus brazos detrás de nuestra espalda; el otro brazo, lo inmovilizaremos con nuestro brazo izquierdo. Con nuestro brazo derecho, sujetaremos el dispositivo.
- Antes de administrar un puff, agitaremos el aerosol, retiraremos la tapa y lo colocaremos en el extremo de la cámara.
- Sellamos la mascarilla en la cara del niño y una vez que comprobemos que está bien sujeto y que respira a través de la cámara, realizaremos un puff y contaremos entre 5-10 respiraciones, en el caso de que esté llorando, entre 5 y 10 segundos.
- Si tenemos que volver a administrar otro puff, esperaremos entre 30 segundos y un minuto y de nuevo repetimos la técnica agitando bien el aerosol antes de descargar otra aplicación.
Niños > de 4 años
«Es fundamental recordar que los inhaladores presurizados deben usarse siempre con una cámara de inhalación hasta que estemos seguros de que el niño puede inhalar bien por la boquilla. Aunque esto suele ocurrir entre los 4 y 6 años, lo más importante no es la edad, sino que cada niño desarrolle la habilidad y técnica adecuada para hacerlo correctamente», expone Antequera.
En este grupo de edad los pasos a seguir para su administración son:
- Colocaremos al niño incorporado: de pie o sentado.
- Le pediremos que selle la boca en la boquilla de la cámara y nos aseguraremos de que está respirando a través de ella. Si lo dudamos o esto no ocurre, le podemos pedir que nos ayude tapándose con una mano la nariz.
- Como en el caso anterior, agitaremos enérgicamente el MDI y lo introduciremos en el extremo de la cámara.
- Realizaremos un puff y contaremos entre 5-10 respiraciones o segundos.
- Retiraremos la CI esperando entre 30 y 60 segundos antes de administrar el siguiente puff, siempre agitándolo bien antes de disparar.
Niños > 7-8 años
Para este grupo de edad, utilizaremos la misma cámara que en el caso anterior, es decir, la cámara con boquilla. Los pasos son los siguientes:
- La posición, de nuevo será incorporado.
- El niño realizará una espiración forzada fuera de la cámara vaciando los pulmones.
- Agitaremos enérgicamente el MDI colocándolo posteriormente en el extremo de la cámara.
- Realizaremos un puff y el niño debe coger aire lenta y profundamente hasta llenar sus pulmones, realizando posteriormente una pausa de apnea de unos 8 segundos.
«La evidencia científica nos dice que, si aguanta más de este tiempo, no es más efectivo; pero que, si por el contrario, no aguanta ese tiempo, por falta de destreza o porque tuviera un broncoespasmo mayor, no sería tan efectivo. En el caso en el que esto ocurriera, utilizaríamos la técnica descrita anteriormente, de manera que respire normal y sin esfuerzo a través de la cámara. Una vez realizada la pausa de apnea, respiraría normal y esperaría unos 30-60 segundos antes de administrar el siguiente puff. También es importante recordar agitar el dispositivo enérgicamente antes del nuevo disparo», concluye la enfermera.