IRENE BALLESTEROS.- A la hora de realizar una Compra Pública Basada en Valor (CPBV) en el sector sanitario, los resultados en salud deberían ser el indicador más relevante, sin embargo, es el más complicado de implementar. Así lo afirma la mayoría de los 50 directivos de salud que han participado en un sondeo realizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), con la colaboración del Grupo PRIM, donde el 24% de los participantes han sido enfermeras y médicos, entre otros profesionales sanitarios. A pesar de que el 62% de los encuestados creen que los resultados en salud es el indicador que más peso debería tener, los que realizan la CPBV admiten que la eficiencia es el criterio más empleado.
Para lograr una CPBV pensada en el bienestar de los pacientes, es necesaria la colaboración entre todos los actores implicados, que son, administración pública, industria tecnológica, profesionales sanitarios y pacientes. Así, en la presentación de los resultados del sondeo, se han expuesto tres experiencias pioneras y referentes, que se exponen como soluciones integrales de gestión y que se convierten en el punto de partida para realizar una compra pública teniendo en cuenta factores e indicadores pensados en el bienestar del paciente.

Almudena Santano – PRIM
Una de ellas ha sido el manejo enfermero del pie diabético en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid. Una experiencia pionera y referente presentada por Almudena Santano, anterior directora de Enfermería del Hospital Puerta de Hierro y actual gerente del Hospital Universitario Infanta Cristina. Un proyecto transversal que ofrece una solución global al abordaje de esta patología, que está en el origen de cinco de cada seis amputaciones que se producen en el pie de pacientes con diabetes. El 40% de las lesiones en pie diabético se pueden evitar con un diagnóstico y tratamiento precoz.
«La úlcera es una de las complicaciones más graves de esta enfermedad. La OMS estima que cada 30 segundos se pierde alguna pierna en el mundo por este motivo. De hecho, la mortalidad tras la amputación en estos casos puede compararse a muchos cánceres. Por ello, nuestra propuesta ha sido la de crear una Unidad de Pie Diabético en el hospital, para abordar ese manejo y trabajar en la reducción de esa tasa de amputaciones. Es un proyecto de innovación, una propuesta de valor para los pacientes, en la que trabajamos con indicadores de resultados en salud. Queremos implicar a todos los ámbitos asistenciales, pero también a la Atención Primaria, y por supuesto, también a los propios pacientes como un elemento fundamental», afirma Santano.

Úlcera en el tobillo. Autor: Bobjgalindo
«Las enfermeras conocen muy bien la situación que tiene el paciente, pero hay que dar la oportunidad al paciente de que exprese cómo se siente y eso lo tenemos que hacer con ellos, teniendo en cuenta lo que les preocupa en su proceso de atención, y eso va a incorporar esos valores sociales en la compra«, explica Susana Álvarez, subdirectora de Inspección Médica y Evaluación en la Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria de la Conserjería de Sanidad de Madrid.
En este proyecto han incluido la CPBV como un elemento esencial para valorar las posibilidades de financiación y la capacidad de transformación de la unidad. «No teníamos experiencia en este ámbito. Pero vimos que la CPBV podía ser una parte fundamental en nuestra unidad, pues se estima que el coste directo de una amputación mayor está en torno a unos 20.000€ y los indirectos se multiplican por cinco a los tres años. Vimos que esta CPBV tenía que estar vinculada al objeto de contrato, basarse en una forma objetiva con respecto a los principios de igualdad, de no discriminación, pero además con aquellas especificaciones que buscan el resultado de calidad del producto, la sostenibilidad en línea con los objetivos de desarrollo sostenible, características sociales en la asistencia técnica con soluciones reales de compra que pudiéramos incorporar al proceso, soluciones de telemedicina, involucrar al paciente e incluso incrementar la investigación», sigue.
Lo cierto es que el valor que se busca en los procesos de compra no siempre coinciden con los que se buscan en la clínica. «Hay una situación difícil y este era uno de los retos a los que nos enfrentábamos, en el que tenemos el mayor escollo a la hora de implementarlo. Lo cierto es que no tenemos suficiente información ni formación en este sentido, pero nuestro objetivo es incorporar el impacto en el paciente y el análisis financiero y no solo adquirir servicios o soluciones», expresa la gerente.
El concepto de Gestión Basada en Valor se fundamenta en «un enfoque que tiene en cuenta no solo los aspectos económicos, sino otros menos tangibles, pero cruciales para los resultados en salud, como la mejora de la calidad de vida de los pacientes o evitar los costes indirectos en las compras públicas», concluye Fernando Oliveros, consejero ejecutivo de PRIM.