GEMA ROMERO.- “En el paciente en el final de la vida se dan situaciones muy complejas desde el punto de vista clínico donde el arsenal terapéutico no da respuesta. Un fármaco no disponible en las dosis o en la forma farmacéutica adecuada puede ser, cuanto menos, un contratiempo a la hora de abordar un síntoma concreto. Afortunadamente, el profesional cuenta con la posibilidad de fabricar un medicamento “a medida” para sus pacientes a través de la formulación magistral”, así lo afirma José Luis Domíguez, enfermero y coordinador del Manual “Cuidados Paliativos y Fórmula Magistral”.
La idea de elaborar ese libro surgió hace seis años, pues como comenta este enfermero que trabaja en la Fundación CUDECA, “no existía en nuestro país nada editado sobre formulación magistral en paliativos”. Ahora acaban de publicar la tercera edición en la que “en líneas generales, se ofrece una edición minuciosamente revisada y actualizada, tanto en la primera parte del manual, donde se exponen aspectos más teóricos como definiciones, aspectos legales, uso racional o justificación del uso de la formulación magistral en el paciente paliativo, como en la segunda, donde se presentan 94 fórmulas clasificadas de 4 formas diferentes para facilitar la búsqueda, de las cuales 11 son de reciente inclusión”.
Como explica Domínguez a DiarioEnfermero.es, “las fórmulas magistrales en general se recomiendan cuando conviene usar un principio activo o forma galénica que no está disponible en el mercado; también es importante su uso cuando es necesario ajustar dosis, forma farmacéutica o vía de administración a las necesidades de un paciente, o cuando existe intolerancia a uno de los componentes del excipiente. Estas circunstancias la convierten en la alternativa ideal cuando decidimos adaptar el medicamento al paciente, y no el paciente al medicamento”.
Tal y como señalan en la introducción “este manual no es una guía terapéutica ni pretende serlo; es sólo una pequeña herramienta de consulta farmacológica con la que se busca ampliar ese abanico de recursos para el control de síntomas en el paciente paliativo”. Así, por ejemplo es útil cuando el médico o enfermero “necesita un preparado de metronidazol para abordar una úlcera tumoral infectada por anaerobios y considera insuficientemente concentrada la presentación que existe en el mercado, que está al 0,75%; gracias a la formulación magistral se puede prescribir el gel de metronidazol a la concentración que se estime oportuno en base a la literatura”.
De todas formas, para Domíguez, “conviene recordar que una fórmula magistral no es un remedio casero, ni algo que se pueda elaborar de cualquier manera: es un fármaco y por tanto debe ser prescrita por el médico, preparada por un farmacéutico o bajo su supervisión, y se deben seguir en todo momento unas correctas normas de elaboración, control, dispensación e información al usuario establecidas por ley”.
Valor de la enfermería
Sin embargo, también reclama el papel de la enfermería en este ámbito. A su juicio, “la formulación magistral en nuestra práctica nos posibilita profundizar en el mundo del medicamento individualizado. Los retos para las enfermeras no creo que tengan que ver con la formulación magistral en particular, sino más bien con la farmacología en general, y más concretamente con determinados clichés que todavía persisten en algunos sitios y contra los que debemos revelarnos, porque no somos dispensadores de fármacos ni administradores de terapias, aunque estas tareas tan necesarias formen parte de nuestro día a día”.
A este respecto considera que “el hecho de que un enfermero cree y coordine un proyecto farmacológico como el manual de formulación magistral, debe servir para poner en valor a toda la enfermería española frente al fármaco, ayudar a enterrar prejuicios y falsos mantras, y nos reforzará en todos aquellos frentes que tenemos abiertos en este sentido. Por eso es importante que las enfermeras publiquemos, investiguemos y avancemos, además de otras muchas áreas, también en farmacología; asumir los retos que se nos planteen de forma competente, vengan de donde vengan, es fundamental si queremos seguir creciendo”, sostiene.
Más información
Título: Manual de Cuidados Paliativos y Formulación Magistral.
Autores: José Luis Domínguez, Edgar Abarca, Martín Múñoz, José Antonio Sánchez-Brunete y Javier Corral.
Coordinador: José Luis Domínguez.
Edita: Fundación Cudeca y laboratorios Norgine
Para conseguir la tercera edición, los interesados deben contactar con laboratorios Norgine, patrocinadores de la obra. (iberiamedinfo@norgine.com.)