María Isabel Arandojo es doctora en Enfermería y tiene numerosos cursos y expertos en gestión, liderazgo, estadística… Es especialista en Enfermería del Trabajo, pero prácticamente toda su carrera la ha llevado a cabo en la sanidad militar. Además, es autora de varios libros entre los que se encuentra su última obra: Nociones de investigación para enfermería.

¿Cuál es el objetivo este libro?

El objetivo de este libro es el para que el que no tenga mucha noción de investigar, aprenda a hacerlo. No todo el mundo tiene que saber a investigar desde el primer momento y todo el mundo que inicia la investigación necesita una guía. Yo a veces incluso que lleva muchos años en esta historia, a veces consulto algo.

Entonces este manual da unas nociones de cómo empezar, cómo hacer la pregunta de investigación, cómo seguir la metodología… Incluso hay una parte del libro que no solamente se trata de hacer el trabajo, sino cómo escribirlo, cómo exponerlo y cómo difundirlo. Lleva todas las partes desde que se te ocurre la idea de investigación hasta que tienes que dar tu trabajo
a conocer.

Además, es muy práctico

Sí, es muy facilito, muy sencillo y práctico. Todo el mundo necesita consultar manuales de investigación porque no sabes. Entonces me he encontrado con cada “tocho”, que serán muy buenos, pero muy tediosos a la hora de leerlo. Y entonces con este libro lo que he pretendido es explicarlo como se lo explico a mis alumnos. De hecho, partió de unas clases que tenía preparadas para mis alumnos.

¿Cuáles serían los principales obstáculos con los que choca la profesión a la hora de publicar estudios de investigación?

Desde mi punto de vista tiene varios. A ver, sí que es verdad que la enfermería te consume mucho tiempo, la gente normalmente tiene sus familias y entonces dedicarse a la investigación también consume mucho tiempo. Y te tiene que gustar mucho para para poder dedicarte a esto. Yo, por ejemplo, he estado de vacaciones con un ordenador sentado aquí delante, a ratos libre, buscando bibliografía. Y es cierto, que todavía falta concienciarse. Muchas veces la gente se vuelca en el área asistencial y no se da cuenta de que a lo mejor sencillamente con aplicar un tratamiento a una cura determinada y que esa herida vaya bien, se puede hacer un trabajo sobre eso, sobre qué tratamiento ha utilizado y si ha ido mejor un tratamiento que otro. Muchas veces no caen en que eso se puede plasmar para una revista y publicarlo.

La evidencia científica en enfermería tiene una traslación a la práctica clínica mucho más rápida que la investigación básica biomecánica, ¿verdad?

Sí, de hecho, muchas enfermeras asistenciales se basan muchísimo en la evidencia. Estoy segura de que leen, de que ven los nuevos tratamientos que van surgiendo, los proponen en sus centros de trabajo… pero una cosa es lo que yo veo que está bien y lo quiero plasmar, a investigarlo yo, es distinto.

¿Cómo ves el impulso de las nuevas generaciones?

Las nuevas generaciones, por lo que yo veo, se pasan cuatro años estudiando el grado y todo es a base de aprobar asignaturas, cumplir con las prácticas… y lo que es la investigación se fomenta poco en las facultades. Solamente se fomenta la investigación cuando tienen que hacer el trabajo de fin de grado y para ellos es una asignatura y para muchos un suplicio. Tendrían que fomentar la investigación desde el primer año.

¿Hay más facilidades de investigar en el ámbito militar que en el civil?

Las facilidades dada por quien quiere investigar y qué quiera investigar. En los dos se hace una enfermería muy parecida y el que quiere investigar da igual el mundo civil que el mundo militar.

¿Qué opinas del tema de la prescripción enfermera?

Hay quien quiere poner palos en las ruedas, pero esto ya es imparable. De hecho, las guías se siguen haciendo, siguen saliendo y se siguen aprobando. Y bueno, pues es que es algo que ahora en principio parece nuevo. La gente que lo quiere frenar,
pues les parece que no deberíamos de hacerlo, pero el tiempo nos dará la razón y verán que es bueno que nosotros podamos prescribir ciertas cosas.