María Victoria Crespo es una enfermera con una dilatada trayectoria y formación en materia de gestión y dirección. Durante más de trece años fue directora de Enfermería del Hospital Sur de Madrid y actualmente es a responsable de Recursos Humanos Corporativo de Gestión de Talento de Enfermería del Grupo Quirónsalud.
Sabemos del talento que derrocha la enfermería, pero resulta novedoso que se cree un cargo directivo para canalizar ese talento. ¿En qué consiste su trabajo?
Efectivamente existe muchísimo talento entre la enfermería y desde Corporativo de Quirónsalud se plantearon que había que buscar ese talento dentro de nuestra propia compañía . Somos un grupo hospitalario muy grande, con muchísimos centros y se decidió que había que detectar ese talento y para ello se constituyó la Dirección Corporativo de Talento, dirigida por la anestesista Marta Cremades y ella quiso que hubiera una enfermera en su equipo y yo estoy ahí para la formación y el desarrollo del talento dentro de enfermería. Se han creado grupos de trabajo donde se fomenta, los procedimientos que hacemos en centros, procedimientos de vías, de ulceras por presión o, en general de ofrecer mejores cuidados a nuestros pacientes y yo estoy liderando esa búsqueda.
¿Cuántas enfermeras trabajan en Quirónsalud?
Varía de ayer para hoy, pero más o menos son unas 11.000 enfermeras, auxiliares, técnicos y celadores. Son muchísimas enfermeras y con mucha capacidad deesarrollo y posibilidades. Es una enfermería muy bien formada lo que nos enorgullece enormemente.
A veces una enfermera o un grupo de profesionales tiene una buena idea, una inquietud, plantea cómo hacer algo de otra forma, cómo evaluarlo mejor, pero se topa con un techo de cristal, ¿Cómo llevan a la práctica las ideas que le llegan a la dirección de Talento?
Eso fue lo que nos planteamos en un principio, cómo llegar a las enfermeras de base que están en los centros. Hemos planteado un máster en gestión y liderazgo en enfermería para llegar a los mandos intermedios, que son clave porque son como un sándwich y sienten por igual la presión del directivo y la presión del enfermero. Hicimos este master con la Universidad Europea y la primera edición ha sido todo un éxito, con 25 participantes de distintas CC.AA. Y una de las cosas que más me ha enriquecido es el equipo que se ha formado en este master del que han surgido ya muchísimos proyectos que vamos a poner en marcha.
¿Podría ponernos algunos ejemplos?
Afectan a varios ámbitos como últceras, ostomías, fast track en prótesis de rodilla y cadera, cuidados de enfermería… El objetivo de este año no es tanto centrarnos en los cuidados técnicos como en la humanización de esos cuidados. Por un lado, sabemos muchísimas técnicas pero hemos dejado un poco olvidada la humanización de esos cuidados. Queremos que en Quirónsalud las enfermeras lleguen a su pacientes con mejores técnicas e infraestructuras, que las tenemos, pero sobre todo que busquen esa empatía y cercanía entre enfermera y paciente que habíamos perdido.
Es algo que valoran los pacientes, tanto como los cuidados…
Con tanta tecnología como tenemos, el paciente tiene mucha información a su alcance, ya sabe qué le van a hacer, cómo será el procedimiento, cómo es el centro, cuál es el mejor médico… Ya sabe lo que va a pasar y a veces cuando llega sólo pide un poco de cariño. Todo el equipo sanitario –enfermera, médico, auxiliar…- debe trabajar en esa línea. Incluso la sonrisa del celador que le va a llevar al quirófano le marca, la recuerda. La cercanía y la empatía es lo que añade valor a Quirónsalud y a su enfermería.