GEMA ROMERO.- En total, en 2023, 8.119 enfermeras dejaron su provincia para trasladarse o bien a otra provincia/comunidad autónoma (6.646) o bien a otro país (1.473). La razón principal: buscar mejores condiciones laborales. Así se ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa celebrada esta mañana en Madrid para presentar los datos de movilidad entre las enfermeras.
Como ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), “la razón principal para esta elevada movilidad no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad y las malas condiciones laborales. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y pese a las OPEs de estabilización, sigue siendo un lastre”.
Inestabilidad laboral, contratos por días e incluso por horas, bajos salarios, escasez de profesionales, el reconocimiento o no de la especialidad, el no ver reconocida la categoría profesional que deberían tener… Todas estas son cuestiones que afectan a las enfermeras en su vida profesional y personal. Como señala el presidente de las 335.000 enfermeras españolas, “las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso por horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. ¿Cómo no van a buscar otro lugar, ya sea fuera de su provincia o en otro país?”, se pregunta.
Pero también es algo que afecta a los pacientes, a su seguridad. Pérez Raya ponía un ejemplo: “La norma dice que en determinados servicios el personal de nueva incorporación tiene que estar tutorizado, por ejemplo, en neonatología crítica, donde hablamos de pacientes muy vulnerables. La realidad es que esto no se está haciendo, no hay tales tutores”, denuncia el representante de las enfermeras. “¿De quién es entonces la responsabilidad cuando sucede algún problema que, desgraciadamente, puede comprometer la vida del paciente?”, se pregunta Pérez Raya. “De la enfermera no. La culpa es del sistema”, responde.
Migración internacional
Para algunos, la solución pasa por irse a trabajar a otro país, donde “las condiciones laborales que se ofrecen, no ya sólo de salario o de ayudas para la adaptación al país y la vivienda, sino también de desarrollar su carrera profesional, son mucho mejores que en España”, ha explicado José Luis Cobos, vicepresidente III del CGE. Es el caso de países como Noruega, el principal destino ahora mismo de las enfermeras españolas, que pueden ver cómo su sueldo se multiplica por cuatro.
Sólo en 2023, 1.473 enfermeras solicitaron la documentación necesaria para ejercer fuera de nuestras fronteras. Los principales destinos: Noruega (336), Estados Unidos (226), Reino Unido (92), Irlanda (60), Países Bajos (43), Australia (41), Francia (40), Suiza (39), Canadá (22), Bélgica (13), Arabia Saudí (11), Portugal (11).
Como ha subrayado Cobos, “las enfermeras españolas están muy solicitadas en los países más desarrollados del mundo. Nuestra formación y prestigio internacional las hace muy valiosas para cualquier sistema sanitario. Pero ello nos está haciendo perder capital humano muy preparado. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones, con lo que toda la inversión en formación que se ha realizado se pierde. Y a cambio estamos incorporando a nuestro sistema sanitario a enfermeras procedentes de Latinoamérica. En 2021, último dato disponible, se homologó el título a 305 enfermeras extracomunitarias”.
Esta situación de la migración entre países es común en todo el planeta, pues la escasez de enfermeras está a la orden del día. Como ha explicado Cobos, miembro también de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras, “a nivel internacional existe una gran preocupación por la escasez de enfermeras, que provoca una gran migración internacional. El flujo siempre es el mismo, de los países más desfavorecidos a los más desarrollados que pueden ofrecer mejores condiciones laborales. Lo que también ha propiciado que desde el CIE se esté planteando la importancia de las cuestiones éticas en la movilidad de enfermeras. La migración no debe ser una cuestión de comprar y vender enfermeras al mejor postor, porque siempre acaban perdiendo los que menos tienen”, ha incidido.
Migración nacional
Para quienes no quieren irse tan lejos a trabajar, lejos de sus familias y amigos, la opción es moverse dentro del territorio nacional, bien a otra provincia o a otra comunidad autónoma. Según los datos de los colegios provinciales de Enfermería, en 2023 se dieron de baja por traslado a otra provincia -la colegiación en España es provincial- un total de 6.646 profesionales.
Como ha señalado Diego Ayuso, secretario general del CGE, “la Enfermería es una profesión donde el desempleo actualmente es prácticamente nulo. La forma de conseguir atraer enfermeras es que se trasladen de otro lugar, de ahí que exista una alta movilidad dentro del territorio nacional”.
Para el CGE este tema está muy ligado a la escasez de enfermeras que viene denunciando desde hace años. Mientras que en Europa la ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes es de 8,73, en España es del 6,3. De hecho, ocupamos el puesto 14 de 19 países según los últimos datos disponibles de la OCDE (2022). Además, se da la circunstancia de que hay una gran disparidad entre unas comunidades y otras llegando casi a duplicarse entre la que más tiene, Navarra (8,93) y la que menos tiene, Murcia (4,74).
Para Diego Ayuso “no es casualidad que la región que más enfermeras tiene sea también la que mejores condiciones ofrece a sus profesionales. Pero no sólo afecta el salario, si trabajas en un servicio con otras 10 compañeras, tu carga asistencial no es la misma que si lo haces con la mitad. La sobrecarga, el estrés de no tener suficiente personal también pasa factura, si ves que no puedes atender a tus pacientes como se merecen, eso también es relevante a la hora de optar por cambiar de domicilio”.
Buscar mejores condiciones laborales, mejores contratos, de mayor duración, en zonas con mayor número de profesionales o incluso presentarse a una oferta de empleo público en la otra punta del país son la opción para miles de enfermeras. “También lo es para las enfermeras especialistas el hecho de ver reconocida su formación y poder ocupar un puesto como especialista, pues muy pocas comunidades autónomas tienen vinculado el puesto de trabajo a la categoría profesional”, añadía Ayuso.
2 Comentarios
María Jesús
Funciones que hasta ahora llevaban las administrativas, en concreto, la gestión de demanda compartida, es un caso claro del coladero de cosas que no son urgentes y y el aprovechamiento que tiene la gente que conoce este sistema, puesto que con ello consiguen ser atendidos antes y que esperen los pobrecitos que estaban citados. La gestión de demanda compartida la hemos hecho sin necesidad de las estupideces que están haciendo ahora desde siempre. Cuando hemos visto una urgencia real, hemos dejado la consulta para atenderla, pero no para las estupideces que ahora mismo nos llegan y hacen enfadar a los que realmente estaban citados y por supuesto a los profesionales de enfermería.. También de mención, lo que dicen ustedes en el escrito que hemos recibido. Yo si fuese joven, me iría a otro país a trabajar. esta inestabilidad e impotencia que te crea estar de un lado para otro, sin tener en cuenta tu vida, ni la de tus familiares, ni el cansancio que provoca las distancias grandísimas a consecuencia de la temporalidad, ni por supuesto el gasto de coches que tenemos encima. Podría decir 1 millón de cosas pero para que se hagan una idea tengo 60 años no me puedo ni prejubilar ni jubilar y me he planteado quedarme con 700 € al mes hasta la jubilación porque esto es insoportable. Un saludo
María Jesús
Somos personas muy maltratadas en este caso hago referencia a las gerencias de Castilla y León. Roban todo lo que pueden al trabajador. Todo hay que solicitarlo con una cantidad de burocracia para que después te lo denieguen porque no les da la gana pagar cosas que tendrían que hacer de oficio. Por otro lado, y en este caso me refiero a atención primaria, nos están metiendo una cantidad de programas que retrasan la atención directa al paciente, facilitando a los médicos una atención más rápida y entorpeciendo a las enfermeras la función que debemos desarrollar con una presión asistencial altísima.