MARCELO CURTO.- El Colegio de Enfermería de Bizkaia ha celebrado su I Jornada de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona). Dentro de los contenidos de la iniciativa de formación continuada del colegio, la última de las ponencias de la jornada, centrada en la simulación como herramienta de entrenamiento, fue impartida por las instructoras en emergencias obstétricas Sonia Bosch y María Pérez de Arenaza, ambas, matronas y docentes, miembros del equipo de Simulación Donostia, del Hospital Universitario Donostia.
Ante la pregunta ¿qué es la simulación?, las expertas señalaron que la atención a la patología obstétrica urgente en el contexto hospitalario estaba basada en la unión del aprendizaje teórico combinado con el manejo práctico directamente sobre pacientes reales. “Aunque afortunadamente estas situaciones graves son infrecuentes e impredecibles, este modelo clásico de enseñanza adolece de recursos que aseguren el aprendizaje de todos los profesionales en todas las emergencias posibles”.
Simulación clínica
Según pusieron de manifiesto, “muchos de los profesionales que trabajan en la unidades materno-infantiles se han tenido que enfrentar por primera vez a situaciones potencialmente graves con el único apoyo del conocimiento teórico. Aquí, la simulación, como herramienta de entrenamiento, ofrece una oportunidad única para aprender con un riesgo nulo para el paciente”.
Las matronas advirtieron de que la simulación clínica “no sólo consiste en entrenar habilidades técnicas, sino también en fortalecer y trabajar los vínculos que unen al equipo. La combinación de entrenar las habilidades técnicas y la gestión de recursos de crisis permite al profesional enfrentarse a su día a día con mejores conocimientos y mayor seguridad”.
Pandemia
La primera ponencia, ‘Avances en tiempos difíciles’, corrió a cargo de Jesús Sánchez, matrón, tutor de residentes de Enfermería Obstétrico-Ginecológica en el Hospital Universitario Cruces y enfermero especialista en Salud Mental. Tal y como puso de manifiesto, “en plena pandemia se introdujo la figura de la matrona en la atención del triaje en el Área de Urgencias Obstétrico-Ginecológicas. Como reto especial, la atención de la gestante de bajo riesgo con sospecha de inicio del trabajo de parto pasó a ser competencia de la matrona —tanto la valoración, el ingreso en el área de partos como el alta con las debidas instrucciones—, suponiendo un gran avance en la autonomía profesional. También se incorporó la atención al posoperatorio inmediato tras la cesárea. Queda pendiente el desarrollo de la atención al puerperio de bajo riesgo por parte de la matrona y la adaptación de los protocolos corporativos a la realidad asistencial propia”.
Atención primaria
También intervino en la Jornada Leire Askargorta, matrona del centro de salud de Matiena, perteneciente a la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Barrualde-Galdakao, y referente en violencia de género para la unidad de atención primaria de Abadiño-Elorrio-Berriz. Valorando la situación tras los años de pandemia, la experta apuntó que “nos encontramos ante una sociedad con mayor preocupación por su salud, motivo que nos ha animado a las matronas de la OSI Barrualde-Galdakao a retomar la actividad comunitaria. Nuestro trabajo está enfocado en su mayor parte a las mujeres, por lo que hemos contactado con asociaciones de mujeres —o ellas han contactado con nosotras— y con los ayuntamientos. Así, han surgido actividades interesantes y participaciones puntuales con las escuelas de empoderamiento donde hemos tratado temas como: climaterio, conocimiento y recuperación del suelo pélvico y salud vaginal”. La ponente también habló sobre la lacra de la violencia de género y la creación de referentes de violencia de género donde están participando las matronas.
Los tres primeros días
Con el título ‘Los tres primeros días’, Graciela M.ª Pérez, matrona de Osakidetza y asesora de lactancia materna en la planta de Hospitalización del Hospital Universitario Basurto, completó el programa de la jornada. Según afirmó, la lactancia materna es un aspecto de la salud de la mujer puérpera y su recién nacido que incumbe a “todos y cada uno de los profesionales que conforman el equipo multidisciplinar en una planta de posparto hospitalaria (auxiliares, enfermeras, matronas, ginecólogos y neonatólogos). Cada uno de ellos aporta una pieza clave para la consecución de un objetivo en común, que es el de ayudar a las mujeres que lo deseen a instaurar una lactancia materna satisfactoria”.