MIRIAM OLIVAS.- Todo empezó con un mensaje de wasap en un grupo en el que participan más de 100 matronas: “¿Oye, vosotras habéis notado algo después de la vacuna en la menstruación? A una prima mía que es enfermera le ha pasado también, ha tenido un sangrado muy raro”. Y sí, les había pasado lo mismo, no a una ni a dos, sino a varias. Una situación que hizo saltar las alarmas. Mucho más cuando la mencionada enfermera acudió a su hospital cuando le tocaba la segunda dosis y le dijeron que eso no era un síntoma, que tendría que acudir a su médico porque “sería de otra cosa”. “¿Y cómo lo saben?, No sabemos si es de otra cosa, a mí eso me enfadó porque si no tenemos estudios y es todo nuevo, ¿Cómo puedes estar tan seguro? Por supuesto, ni lo apuntaron”, asegura con cierta indignación Laura Cámara, matrona en el Hospital Virgen de Las Nieves de Granada.

Como decimos, no eran casos aislados. “Nos pusimos a buscar y no había nada al respecto ni se contemplaba como efecto secundario, la verdad es que la sensación era que esto le estaba pasando a bastantes mujeres, que no era un número reducido”, subraya Laura Baena, profesora ayudante doctora del departamento de Enfermería de la Universidad de Granada.

A partir de ahí, de forma independiente, Laura Cámara quiso comprobar si esto se quedaba en un simple número de testimonios de conocidas o si se extrapolaba a más mujeres. A través de un formulario de Google lanzó una encuesta por wasap y por redes sociales para que llegara a más compañeras. “La sorpresa ha sido que me han contestado miles de mujeres, en total 5.400”.

La encuesta aún sigue abierta y se puede contestar aquí.

Los resultados de esta encuesta también son llamativos. “El porcentaje de mujeres que han notado síntomas relacionados con la vacunación cada vez es mayor”, asegura la matrona. Los resultados de la última actualización muestran que el 67% de las mujeres encuestadas notaron alteraciones en su menstruación.  Los efectos van desde sangrado fuera de ciclo hasta un sangrado más abundante o extraño en la menstruación postvacunación. “Esto no es un estudio científico es simplemente una encuesta. Esto es solo un punto de partida para empezar a estudiar si podemos atribuir estos efectos secundarios a la vacuna o no”, asegura Laura. Y lo fue.

Investigación abierta

La divulgación en redes ha conseguido que un posible efecto secundario, al que la medicina le había dado la espalda, obtenga visibilidad. Pero sin una investigación es imposible que esta información pueda llegar a la comunidad científica y, en consecuencia, a médicos de familia y a las propias empresas de vacunas. Bajo la premisa de la cautela y dejando en todo momento claro que el objetivo “no es demonizar la vacuna” y que son conscientes que lo más probable es que este efecto (si lo fuera) “sea transitorio”, Laura Baena ha iniciado un estudio junto con su equipo para comprobar evidencias que ayuden a las mujeres.

Muestra

Con la muestra de mujeres que todavía no han sido vacunadas, con una menstruación regular y que no hagan uso de anticonceptivos hormonales, se ha comenzado el estudio.

A partir de ahí, las participantes reciben todas las instrucciones y el consentimiento informado. Los pasos a seguir son: registro prevacuna para valorar la cantidad de sangre, fechas y síntomas premenstruales. Unos datos que se registrarán también después de la primera y la segunda dosis.

Por otra parte, con un grupo de voluntarias, se está sacando sangre antes de la vacuna, entre dosis y después de la segunda dosis. Con esto se busca saber el perfil hormonal y los patrones de coagulación.

Además, tras las consultas de multitud de mujeres que reciben día a día, lanzarán un cuestionario para sanitarias que ya están vacunadas para que cuenten su experiencia en retrospectiva.

Resultados

Aún no hay resultados, pero la sensación durante la investigación es que sí ha habido alteraciones. “La impresión que tenemos es que no va a ser una alteración a nivel hormonal, creemos que puede ser por coagulación. Vemos procesos más de tipo vascular, las mujeres suelen tener reglas menos dolorosas, con menor cantidad de coágulos, pero con más sangrado”, cuenta Laura Baena.

El estudio comenzará a obtener resultados contrastados a partir de septiembre. “Si empezamos a encontrar parámetros alterados quizás esto empiece a interesar a organismos más grandes que puedan ampliar la investigación”, asegura la investigadora.

Aún continúa y se puede participar escribiendo al correo electrónico proyectoeva.ugr@gmail.com .

Reivindicación

La respuesta que recibió la enfermera que preguntó en su hospital no es más que otra muestra de la invisibilización de las mujeres en la medicina. Un problema que acarrea problemas para su salud y que ha saltado a raíz de la vacunación pero que lo podría haber hecho con cualquier otro tema.

“La importancia de esto es que si no se estudia nunca se va a saber y para las mujeres que esto tenga repercusión en nuestro ciclo menstrual tiene importancia porque nosotras menstruamos. Para la persona que no menstrua esto no es importante, pero para la que sí lo es”, comenta Laura Cámara.

“Las mujeres quieren participar y contar su experiencia. Se han sentido realmente respaldadas con este estudio y se han visto en alguna situación de “me han tomado algo por loca”. Esto es un error, si una mujer te dice que tiene la menstruación alterada es que te la tienes que creer”, asegura la investigadora de la Universidad de Granada.

Contra la invisibilización

Las matronas apuestan por la investigación para erradicar una situación cronificada. “Se siguen estudiando las enfermedades sin tener en cuenta que hay diferentes síntomas en hombres que en mujeres”, subraya Laura Cámara. Para ello piden perspectiva de género en la medicina desde los más altos niveles hasta los profesionales sanitarios.

Comprometerse con la salud de las mujeres implica estudiarlas. A la menstruación también se le ha dado la espalda históricamente. “Nos da muchísima información sobre la salud de las mujeres y no hay casi investigaciones”, sentencia Laura Baena.

Este es un paso más para acabar con algo que sigue sucediendo y que afecta a la salud de la mitad de la población.