GEMA ROMERO.- En los últimos 20 años, las complicaciones han disminuido y ha mejorado la supervivencia de los grandes prematuros, especialmente de los nacidos entre las semanas 25 y 28 de gestación, según un estudio publicado en la última edición de la revista JAMA, después de revisar los datos de casi 35.000 recién nacidos de entre 400 y 1.500 gramos.

La investigación, liderada por Barbara Stoll, de la Facultad de Medicina de Atlanta, (Estados Unidos) ha revisado los datos de complicaciones y mortalidad de 34.636 bebés nacidos entre 1993 y 2012, con una edad de gestación de entre 22 y 28 semanas y un peso de entre 400 gramos y 1,5 kilos.

Los investigadores han descubierto que la supervivencia aumentó entre 2009 y 2012 para los recién nacidos a las 23 semanas de gestación, del 27 al 33%, y a las 24 semanas, del 63 al 65%, con menores incrementos relativos para los bebés de entre las 25 y 27 semanas de gestación. Además, la supervivencia sin mayores complicaciones se incrementó en aproximadamente un 2% por año para los recién nacidos en 25 a 28 semanas de gestación, sin ningún cambio para los bebés a las 22 a 24 semanas de gestación.

«Tal vez el hallazgo más importante es un aumento significativo en la supervivencia sin mayor morbilidad neonatal [complicaciones] para los bebés nacidos a las 25 a 28 semanas. Aunque la supervivencia global aumentó para los lactantes de 23 y 24 semanas, pocos prematuros en edad gestacional menor a las 25 semanas sobrevivió sin mayor morbilidad neonatal, lo que subraya la necesidad continua de las intervenciones para mejorar los resultados de los recién nacidos más inmaduros «, escriben los autores.

Intervenciones

El uso de corticosteroides prenatales, una intervención recomendada para mejorar los resultados neonatales, aumentó del 24 al 87%, al igual que el parto por cesárea, del 44 al 64%. Las estrategias para reducir la lesión pulmonar, incluyendo la ventilación menos agresiva, también parece dar resultado. De hecho, la intubación en la sala de partos se redujo del 80% en 1993 al 65% en 2012. A pesar de que fueron ventilados la mayoría de los niños, la presión positiva continua sin ventilación aumentó del 7% en 2002 al 11% en 2012.

A pesar de la mejoría de 1993 a 2004, las tasas de sepsis de aparición tardía disminuyeron entre 2005 y 2012 para los niños de cada edad gestacional. Las tasas de otras complicaciones disminuyeron, pero la displasia broncopulmonar -una enfermedad pulmonar crónica que se desarrolla después de la ventilación mecánica- aumentó entre 2009 y 2012 para los bebés en gestación de 26 a 27 semanas.

«El estudio proporciona una visión global y nivel de detalle que no se presenta en estudios anteriores. Los resultados demuestran que se están haciendo progresos y que los recién nacidos más inmaduros están mejorando», escriben los autores. Sin embargo, «a pesar de que la supervivencia de los recién nacidos extremadamente prematuros ha aumentado en las últimas 2 décadas, incluyendo la supervivencia sin mayor morbilidad, la carga individual y social del parto prematuro sigue siendo sustancial, con aproximadamente 450.000 recién nacidos prematuros en los Estados Unidos cada año”. Por ello, “lo que se hace verdaderamente necesario es reducir las altas tasas de nacimientos prematuros”, finalizan.