Un estudio, liderado por una enfermera de Atención Primaria del Instituto Catalán de Salud (ICS) ha concluido que la exposición de los niños a las pantallas empieza mucho antes de lo recomendado y muestra que se hace un uso excesivo de ellas.
El 68% de los menores partícipes de la población de El Prat de Llobregat, en Barcelona, tuvieron su primer contacto con pantallas digitales antes de los dos años de vida, cuando las guías nacionales e internacionales, como la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no recomiendan hacerlo antes de los 2 o 3 años.
Los estímulos constantes de luz, sonido y movimiento de la imagen repercuten directamente en la capacidad de concentración, en la resolución de problemas y en el control de los impulsos, afectando el desarrollo del córtex prefrontal del cerebro durante la infancia.
De 2 a 4 horas diarias en festivos
Según la encuesta, contestada por 1.500 familias de El Prat, la mayoría de los menores de 12 años consumen más de 2 horas de pantallas digitales en un día festivo, un uso «excesivo» si se tiene en cuenta que los expertos consideran que un consumo bajo está por debajo de las dos horas en fines de semana, y de una hora entre semana.
Concretamente, un 42,3% de las familias encuestadas han manifestado que los pequeños estaban delante de estos dispositivos entre 2 y 4 horas en festivos, un 14% lo estaba entre 4 y 6 horas, y un 4,67% durante más de 6 horas.
En cambio, en el caso de días laborables, los resultados indican que la mayoría de menores de 12 años cumplen las recomendaciones de consumir menos de una hora de pantallas digitales: un 44% estaban por debajo de este umbral, y un 8,5% directamente no se conectaba, si bien un 36,5% admitía que los pequeños se conectaban hasta 2 horas en un día de colegio.
El estudio también ha recogido que el 61% de los niños miran una pantalla mientras están comiendo y que el 33% adquiere su primer móvil entre los 10 y 11 años.
El papel de las familias
La enfermera líder del estudio, y especialista en Familiar y Comunitaria en el CAP Disset de Setembre en El Prat, Emi Ruiz, ha alertado de que la exposición a las pantallas aumenta proporcionalmente con la edad, y por eso llama a implementar nuevas estrategias para parar esta tendencia en generaciones futuras.
Ruiz cree que hay que tomar consciencia sobre el uso «correcto» de la tecnología y, como padres o tutores, ser un referente para los más pequeños; además, los programas comunitarios deberían incluir el objetivo de disminuir el uso de las pantallas.
La encuesta ha detectado que la mitad de familias ponen normas de uso para usar los dispositivos y limitan las horas de consumo, y la inmensa mayoría, el 95% afirma conocer que un uso inadecuado puede provocar trastornos del aprendizaje y de conducta alimentaria, así como adicción y problemas del sueño.
Aun así, los datos de la encuesta muestran que los menores hacen un consumo excesivo de pantallas «de forma generalizada».
EUROPA PRESS