NADIA OSMAN GARCÍA.- El Hospital Universitario de Valme fue uno de los primeros hospitales en poner en marcha una consulta de ostomías hace 24 años. Integrada en el servicio de Cirugía General y Digestiva, es una consulta atendida por profesionales de enfermería especializados. Mercedes Coca es la enfermera experta en práctica avanzada en ostomías que diariamente se encarga de hacer estos cuidados a pacientes ostomizados en Valme, tanto de carácter digestivo como urológico, junto al seguimiento de los mismos desde el preoperatorio al postoperaotorio.
P: ¿En qué destaca la cobertura de la atención al paciente ostomizado que ofrece el Hospital de Valme?
R: Sin lugar a dudas, destacaría la existencia de tres profesionales enfermeras expertas en el cuidado del paciente ostomizado, lo cual permite una continuidad en los cuidados y seguimiento del paciente durante todo el año, incluso en los periodos vacacionales, festivos, formativos u otras eventualidades. Por otro lado, hay que resaltar el hecho de que el tiempo de respuesta a la demanda por parte del paciente en este servicio es muy corto; y que diariamente se dedica un tiempo de la consulta a dar respuesta a consultas telefónicas para potenciar la accesibilidad y la atención personalizada, como cánones de calidad y excelencia.
P: ¿Cuándo se implantó la figura de la enfermera estomaterapeuta?
R: La consulta de Estomaterapia existe en este hospital desde 1995, la puso en marcha la anterior estomaterapeuta hasta su jubilación. Se hizo un recambio generacional impulsado por la Supervisora de la Unidad y la Directora de Enfermería de este centro y yo empecé en febrero de 2018, así que el año próximo cumpliremos 25 años ofreciendo este servicio.
P: ¿Cuál es el perfil de sus pacientes?
R: El perfil de los pacientes que atendemos son adultos (no hay pediátricos), mayoritariamente pacientes oncológicos de unos 70 años de media, aunque en los últimos tiempos comienzan a aparecer casos con edades más tempranas, y en menos proporción, enfermos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), éstos sí, más jóvenes, de entre 20 a 40 años de media.
P: ¿Las ostomías están estigmatizadas o gozan de normalidad en la sociedad?
R: Tanto como que gozan de normalidad no diría yo, pero es cierto que cada vez menos estigmatizadas porque cada vez son más los pacientes ostomizados, debido al aumento en el tiempo de supervivencia de éstos gracias al diagnóstico precoz, la evolución en las técnicas quirúrgicas y la mejoría en los cuidados.
P: ¿Qué supone para el paciente?
R: Ser portador de una ostomía supone para el paciente una situación de incontinencia urinaria y fecal, supone la salida de sus heces, gases u orina por su abdomen, supone un cambio en su imagen corporal, y una disminución en su autoestima. Pero afortunadamente existe la figura de la enfermera estomaterapeuta y dispositivos cada vez más mejorados que favorecen la rehabilitación y reconducción de la persona a una vida normal, volviendo a realizar todas las actividades que realizaba antes.
P: ¿Estos pacientes qué opinión tienen sobre sí mismos?
R: Este es un proceso que pasa por el miedo, el rechazo, la resignación y la normalidad, vamos un proceso de duelo. Es increíble porque en muchísimos casos la noticia de que van a llevar una bolsa es más traumática incluso que el diagnóstico de cáncer.
P: El estudio Usos y actitudes de los pacientes ostomizados presentado por el CGE refleja que la falta de enfermeras/os expertos en el manejo de las ostomías se traduce en que al menos, la mitad de los pacientes que deben someterse a una cirugía para colocar una bolsa de ostomía no la tengan ubicada en el lugar idóneo. ¿Cualquier enfermera generalista podría realizar sus funciones?
R: El marcaje del estoma lo realiza y decide la enfermera, de hecho, es una intervención propia de enfermería recogida en la taxonomía NANDA como NIC “Cuidado de la Ostomía (0480)”, aunque no exclusiva. Además se realiza y decide en colaboración con el propio paciente y en algunos casos con el cuidador. Así que absolutamente necesaria la formación especializada. Mi formación: Experto en el cuidado del paciente ostomizado, y cursando Máster en Coloproctología y Estomaterapia.
P: ¿Y si tienen fugas?
R: Ciertamente tener una fuga es lo que más preocupa y limita al paciente ostomizado porque aboca al paciente al aislamiento provocado por el miedo a salir, a las relaciones…. En algunos casos, esta situación se podría corregir eligiendo la correcta colocación de la ostomía antes de la cirugía con el marcaje del estoma como ya hemos comentado. En otros casos, la ostomía está correctamente ubicada pero hay problemas que podrían dar lugar a fugas. Para estas situaciones, la enfermera estomaterapeuta tiene a su disposición diversos productos, dispositivos y accesorios e imaginación, que en la mayoría de los casos solucionan el problema de fuga.
P: ¿Cómo es su relación profesional con sus pacientes?
R: Mi relación con ellos se inicia antes de la cirugía, continúa en el postoperatorio inmediato, pero sobre todo digamos que la fase más importante de nuestra relación es el seguimiento ambulatorio, en consulta, con revisiones periódicas, urgentes y consultas telefónicas. Las personas ostomizadas necesitan que se les enseñe a cambiar la bolsa pero no solo eso, requieren de profesionales que les asesoren y cuiden en todos los aspectos en que puedan verse afectados después de una intervención de este tipo, en cuanto a su enfermedad, en cuanto a dieta, deporte, actividades de ocio y relaciones sociales y sexuales, entre otras.
P: ¿Qué admira de su entorno?
R: Soy fan de mis ostomizados ancianos de 80 y 90 años, que después de toda una vida, les toca vivir una enfermedad como el cáncer y tienen una capacidad de adaptación a la ostomía y a la nueva situación impresionante, casi nunca están enfadados aunque tendrían motivos y no, son cariñosos y además son autónomos en sus cuidados. Yo creo que están hechos de otra pasta.