ÁNGEL M. GREGORIS.- La micropigmentación es una técnica por la cual se introducen pigmentos en la capa superficial de la piel para reconstruir zonas como las areolas mamarias, los pezones o cejas, tras una intervención quirúrgica por un cáncer o una quemadura de alto grado. Cada vez son más los hospitales y centros sanitarios que han incorporado la figura de la enfermera experta en micropigmentación para realizar este tipo de técnicas que mejoran enormemente la calidad de vida y la salud mental de los afectados.
18 años
Carmen García Retorta se dedica a ello desde hace 18 años y es una firme defensora de que esta técnica deben realizarla las enfermeras expertas. Además, lleva mucho tiempo realizando cursos y formaciones para que otras enfermeras aprendan cómo utilizar la maquinaria y aboga por que esta figura se implante en todas las carteras de servicio. “Es una práctica avanzada de enfermería en los cuidados postoperatorios del paciente sometido a reconstrucción mamaria y continúa el nivel asistencial a estos pacientes en el postoperatorio a medio o largo plazo, porque hasta que no se realiza la micropigmentación no podríamos hablar de tratamiento finalizado. La existencia de esta figura complementaría enriquecería más los cuidados enfermeros ofertados a los pacientes, ya que, además, de ser un tratamiento físico mínimamente invasivo y económico, mejora la calidad de vida de los pacientes, así como su salud mental, por lo que también este tratamiento se vería reflejado como una actividad de promoción de la salud, además de rehabilitación o de reinserción tras el proceso patológico”, explica la enfermera.
Sesión
Hace unos meses tras una reunión con la presidenta del Colegio de Enfermería de Cantabria, Mª Luz Fernández, desde la institución se pusieron a trabajar para ofertar una sesión a los colegiados sobre este tema que, posteriormente, se ha convertido en un curso formativo. Más de 150 personas se inscribieron a la jornada y una treintena de enfermeras han realizado el curso. Todo un éxito para la provincia. “Es fundamental que lo hagan las enfermeras, ya que más allá de la ejecución la técnica en sí misma, estamos ante un ser humano que sufre las secuelas de una patología como el cáncer de mama. Así, es esta cuestión la que cualifica a los profesionales enfermeros como los más idóneos para realizarlo, puesto que sus intervenciones se plantean desde el marco científico con un abordaje integral de la persona”, explica Fernández.
Prestación
Tanto es así, que la presidenta del colegio ya ha trasladado al consejero de Sanidad de Cantabria la necesidad de contar con esta figura en las unidades de mama y que se incorpore esta prestación dentro de la cartera de servicios de los centros sanitarios, aportando una clara mejora en la calidad de vida de las personas afectadas. Además, también se ha hecho la petición a la gerente y al director de Enfermería del Hospital Marqués de Valdecilla. “Todos se han mostrado receptivos, pero desde el colegio estaremos vigilantes para que ocurra”, resalta.