ÁNGEL M. GREGORIS.- Alejandro Amenábar vuelve a lo grande cuatro años después de su última y fallida película de miedo. Regresión, protagonizada por Ethan Hawke y Emma Watson, fue, probablemente, una piedra en el camino del oscarizado director, que ha tenido 48 meses para trabajar en Mientras dure la guerra y acertar. La historia del escritor español Miguel de Unamuno durante la invasión de las tropas franquistas de Salamanca centran el argumento del filme.

Con un Karra Elejalde magistral que, sin ninguna duda, luchará por llevarse el premio a mejor actor en la próxima edición de los Goya, con el permiso de Antonio Banderas, el largometraje cuenta cómo Unamuno decidió apoyar el golpe militar del 36, pero luego, viendo cómo se iban dando los hechos, cambió su parecer. Desprestigiado por los republicanos en un primer momento y luego repudiado por los franquistas, el escritor popularizó la famosa frase “Venceréis, pero no convenceréis”, que centra uno de los momentos más importantes de la película.

Provocación

Para muchos, ha sido una provocación, pero para otros, Mientras dure la guerra es un acto de reflexión y un ejercicio de educación. Con datos históricos contrastados, Amenábar se ha limitado a transmitirlos y contarlos para el gran público. La crítica le respalda y la taquilla también. En su primer fin de semana logró alzarse como la película más vista y recaudó más de un millón de euros en sus primeras horas en las salas españolas.

También hay que destacar que fue una de las cintas elegidas por la Academia para representar a España en los Oscar 2020. Si bien es cierto que, finalmente, la seleccionada fue Dolor y gloria de Almodóvar, estar entre las candidatas ya es un lujo.

Lo que también es de valorar es el momento elegido para su estreno. Es, sin duda, una de las mejores decisiones que se han podido tomar. En una época convulsa para España, con el tema catalán, la exhumación de Franco y un no parar de repetir elecciones para buscar Gobierno.