RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- La creación de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en 1989 supuso para España duplicar la tasa de donaciones en tan solo una década, pasando de los 15 donantes por millón de habitantes a los 34. En 2015, los esfuerzos por continuar mejorando estas cifras situaron esta tasa en los 40, lo que reafirmó una vez más el liderazgo español en trasplantes, a la cabeza durante casi un cuarto de siglo.
A la espera de los datos correspondientes para 2016 y de cumplir más que previsiblemente los 25 años liderando este ranking, su director, Rafael Matesanz, es el autor principal de un trabajo publicado en el American Journal of Transplantation en el que se dan las claves de este modelo.
El objetivo del trabajo reside en dar a conocer estas medidas de tal forma que otros países puedan implantar total o parcialmente aquellas que en su caso les permitan mejorar sus tasas de trasplantes. Y es que, como pone de manifiesto la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad, las donaciones anuales en todo el mundo no cubren siquiera el 10% de las necesidades. La escasez de órganos, cita Matesanz en este artículo, conduce no sólo a un incremento de la mortalidad sino también a una peor calidad de vida de quienes se encuentran en lista de espera para un trasplante y a un incremento del gasto en salud, asociado, por ejemplo, a los costes en diálisis. La escasez conlleva además un mayor riesgo de tráfico de órganos, con todo lo que ello supone.
A pesar del liderazgo español, nuestro país tampoco es autosuficiente en trasplantes. En el de riñón, por ejemplo, la lista de espera supera los 4000 mientras que el número de trasplantes anual se encuentra entre los 2500 y los 3000.
Exportar el modelo
Como explica Beatriz Domínguez, coautora del estudio y miembro de la ONT, “los aspectos básicos del modelo español de trasplantes son exportables parcial o totalmente a otros países, siempre que se cumplan una serie de requisitos”. De hecho, añade, algunos europeos, como Croacia, Italia o Portugal, de Latinoamérica e incluso Canadá ya han implementado con éxito algunas de sus características.
En el caso de Estados Unidos, donde ha sido publicado el estudio, Beatriz Domínguez afirma que las nuevas estrategias puestas en marcha en España, como son la detección de posibles donantes fuera de las unidades de cuidados intensivos, los criterios expandidos de donantes y la donación en asistolia, “son todos ellos exportables si se cuenta con el apoyo institucional y el compromiso de los profesionales”.
La cooperación de la ONT con otros países no es algo nuevo. Países de los cinco continentes han solicitado en algún momento la ayuda de este organismo de manera individual. “Todos los años, la ONT recibe visitas de representantes de otros países o son los representantes de la ONT los que se desplazan a ellos”, señala Beatriz Domínguez. Esta cooperación se sustenta en distintos organismos tanto a nivel europeo como de otros países.
Nuevos retos
Actualmente, los retos que se plantea el modelo español, subraya Beatriz Domínguez, consisten en mejorar la utilización de los órganos procedentes de donantes con criterios expandidos (población a partir de los 65 años) así como en asistolia o a corazón parado y mejorar los resultados post-trasplante. Asimismo, se continua trabajando en la detección de posibles donantes fuera de las unidades de cuidados intensivos mediante la formación profesional continuada y la creación de guías de consenso y recomendaciones. “La investigación en estos campos es prioritaria y se fomenta activamente desde la ONT”, concluye Beatriz Domínguez.