Entrevista Monse Santiago, enfermera y autora de “Soñé con demonios”

DAVID RUIPÉREZ/GEMA ROMERO.- Escribir le supuso a Monse Santiago, supervisora de Trauma en el Hospital La Paz de Madrid, una liberación tras su ingreso por COVID-19, pero nunca pensó que aquellas ideas se convertirían en el libro que Planeta acaba de publicar. «Soñé con demonios» es el título de este relato sincero en el que Monse Santiago comparte su historia. Monse es además la madre de Lucía Gil, cantante y actriz que durante la pandemia compuso una emotiva canción tras escuchar los aplausos de las ocho de la tarde junto a sus padres, ambos profesionales sanitarios. Además, parte los beneficios de su libro irán destinados al instituto Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IDIPAZ). Recordamos esa canción y esos momentos. Una entrevista que también se ha publicado en formato vídeo en Canal Enfermero.

Pregunta: Has escrito “Soñé con demonios”, lo ha publicado Editorial Planeta, ¿de dónde surge la necesidad de escribir este libro?

Respuesta: Mi idea empezó a surgir durante el tiempo que estuve ingresada por COVID. Pasaba muchas horas meditando porque no me apetecía ver la tele, ni leer, ni ver el móvil. Antes de toda esta historia tuve una pesadilla que me sobresaltó, oscura, tenebrosa, horrible. La epidemia estaba en China ni siquiera había llegado a España. Ahí quedó. Pero cuando estaba con mis reflexiones, meditando, recordé que ya lo había soñado, fue casi como una premonición. Empecé a escribir cuando di negativo, aunque no estaba recuperada del todo, más para no olvidar que porque pensara en un libro, simplemente sentí la necesidad de escribir, era algo que me liberaba de mis miedos, fue como una terapia.

P: Pasas de estar trabajando a estar en una cama, ¿qué sientes como paciente?

R: Es una de las cosas que cuento en el libro. Yo estaba trabajando, ayudando a mi personal a cuidar a los pacientes COVID y de repente me siento en el mismo lugar en el que estaban mis pacientes. En ese momento estaba en la urgencia y pensé “¿qué hago aquí?” Dos días antes estaba dirigiendo, estaba ayudando a la gente a cuidar. Me sentí rarísima, desubicada. Era un número más entre el resto de pacientes que estaban contagiados igual que yo. Me sentí fatal porque me tenían que cuidar a mí. En ese momento tuve una sensación muy rara, muy extraña.

P: Independientemente de tu pesadilla, ¿te imaginabas que ibas a vivir lo que ha vivido nuestro sistema sanitario?

R: Nunca. Es más, yo era de las que cuando veía una película de ciencia ficción, de un virus que colonizaba el mundo, pensaba que era una bobada, que no iba a ocurrir jamás porque científicamente tenemos todos los medios para que esto no ocurra. Nunca me lo hubiera imaginado.

P: Hay una canción que para ti es especial, ¿no? cuéntanos

R: Sí, es “Volveremos a brindar” de mi hija, Lucía Gil. Es muy bonita y muy emotiva. Surgió de la primera noche que salimos al balcón a aplaudir. Cuando empezó a moverse la petición por redes sociales para salir a aplaudir a los sanitarios mi hija decía que no iba a salir nadie, pero llegaron las 8 y salimos. Estaban todas las luces encendidas. Tengo la imagen muy grabada, porque era todavía de noche, toda la gente en la ventana, un sonido atronador de aplausos y mi hija se echó a llorar. Ahora me emocionó yo al contarlo. Al entrar en casa de nuevo tuvo claro que esto tenía que contarlo, que tenía que hacer una canción. Se sentó y al día siguiente tenía la canción. A ella le tocaba muy de cerca. En casa, mi marido que es médico y yo, le estábamos contando lo que vivíamos. Llevábamos sólo unos días de confinamiento, pero ella llevaba muy en el corazón lo que le contábamos.

P: ¿Qué lección podremos aprender de esto?

R: Yo sí hay alguna cosa que he aprendido. Primero, que somos vulnerables, que pese a que científicamente o tecnológicamente estemos muy avanzados, seguimos siendo vulnerables. Segundo, que si un problema gordo como este no lo atajamos entre todos, unidos, como sociedad, no conseguimos nada. Individualmente no se consigue nada. Hay que hacerlo en conjunto, globalmente, sin grupos, con una cabeza pensante que tenga asesores bien documentados y que den las normas a seguir y todos las sigamos, tiene que ser algo global y remar todos en la misma dirección.

P: ¿Cuáles son tus próximos proyectos editoriales?

R: Antes de este libro tenía una idea en a cabeza y la había abandonado, ahora después de haberme puesto a escribir, que me ha gustado muchísimo. Me encanta, se me pasan las horas, voy a retomar esa idea que tenía. Mis hermanos, en una bodega viejo en el pueblo encontraron una vieja carta de amor de mi abuelo a alguien que no era mi abuela. Sobre esa idea que es real, voy a escribir una novela.