JUANJO CAMPILLOS.- Miedo, soledad, tristeza, esperanza… son algunas de las emociones que experimentó el enfermero Pablo Escamilla combatiendo en primera línea contra el coronavirus. Las historias que acumuló durante la etapa más dura de la pandemia las ha plasmado en el libro Narraciones de un enfermero en pandemia, que recientemente acaba de publicar, bajo un estilo muy personal.
Estas narraciones están cargadas de sentimientos, porque la intención del autor era huir de tecnicismos y de gruesas descripciones científicas para centrarse en el prisma más humano del enfermero. “Van a encontrar un enfermero que es una persona, como ellos, pero que ha vivido una situación diferente que la gente no ha vivido. Podrán ver un enfermero que de repente llegaba a su casa, lloraba, lo pasaba mal, que tiene problemas psicológicos y no podía dormir y su posterior evolución (entre marzo de 2020 y marzo de 2021, que es el lapso en el que se centra el libro)”, explica Pablo en una conversación telefónica.
La mayoría de las historias están centradas en el centro de salud de Paseo Imperial (Madrid), que es donde trabajaba el sevillano. Es verdad que en la pandemia se puso el foco en hospitales y, en especial, en el esfuerzo de los equipos de UCI, pero es de alabar el trabajo titánico de la Atención Primaria como muro primario de contención de la pandemia. “Busqué plasmar mis vivencias. No hablo en nombre de ningún colectivo. Hablo de mí, de mi experiencia como enfermero. Yo estaba cagado. Teníamos que ir a los domicilios a hacer las PCR. Yo no lo veía en los informativos, lo vivía. Tenía pacientes que atendías y al día siguiente se morían. Por mucha experiencia que tuviésemos, fue algo que nunca habíamos vivido. No sabíamos cómo gestionar la pandemia”, cuenta.
Escribir para desfogar
Para digerir tantas sensaciones, en Pablo afloró su vena artística: “Siempre he estado relacionado con el mundo del arte (es actor, estudió música, escribe guiones, etc.) y al no poder desarrollar esa parte, pues desfogué así. Empecé escribiendo una especie de diario y acabó en un libro. Pensé que estaría bien que la gente supiera lo que hacían los enfermeros”.
Uno de los capítulos que destaca Escamilla es aquel que está dedicado a su abuela, que murió con coronavirus en noviembre de 2020: “Es el más duro, pero es el que especial cariño tengo. Dejo constancia de su historia. Fue víctima de esta pandemia. Por desgracia no llegó a la vacuna. Es una historia personal que me ocurre a mí, pero que le ha podido pasar a cualquiera”. Narraciones de un enfermero en pandemia (Érice, 2022) pueden encontrarse en librerías y en plataformas digitales.