A. ALMENDROS / D. RUIPÉREZ.- Alberto López Ballesteros, director de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario del SESCAM explica cómo se organiza la asistencia de emergencias en Castilla-La Mancha para llegar en tiempo récord a cualquier punto de la comunidad. Este enfermero, referente por ser el primero que asume una gerencia en la comunidad, habla también de los “techos de cristal” que todavía hay en la profesión.
Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma con una extensión de terreno enorme, donde no es tan fácil llegar en poco tiempo donde ha ocurrido una emergencia, ¿cómo lo hacéis?
Tenemos una comunidad con una dispersión muy importante, pero también tenemos una red de urgencias y emergencias muy potente. El servicio se ha desarrollado durante más de 20 años y hemos conseguido tener una implantación de recursos a nivel de urgencias y emergencias y transporte sanitario muy potente, sobre todo, a niveles de poblaciones que están más alejadas de centros sanitarios u hospitales de referencia. Por ejemplo, tenemos una red de superficies y un servicio de transporte sanitario aéreo, que es uno de los mejores a nivel nacional e incluso internacional.
El mismo accidente de tráfico hace 20 años quizás no se podía hacer nada por la vida del paciente y ahora hay muchas esperanzas para llegar rápidamente a un buen hospital y salvar la vida
La evolución ha sido exponencial. Tanto a nivel de profesional, que tenemos unos profesionales super bien formados, mucho talento en la organización y luego los recursos han ido evolucionando. Yo creo que las mejores ambulancias a nivel terrestre, los mejores helicópteros y materiales para poder llegar al lugar atender, estabilizar y después trasladar al hospital. Y aparte, tenemos una característica singular porque somos la única gerencia asistencial a nivel del servicio de salud que es regional y eso nos permite homogeneizar, estandarizar los procedimientos para que se trate de la misma manera a un paciente en un punto o en otro de la comunidad autónoma.
Tenéis también un programa de equipos móviles donde el que está al frente del equipo sanitario es una enfermera o un enfermero. ¿Qué balance haces de él?
Se trata recursos que son denominados soporte vitales avanzados de enfermería. Tenemos cuatro recursos actualmente, dos con una tipología más rural y dos más urbana. Y estos recursos como bien dices, están liderados por una enfermera y han demostrado desde el año 2012 que los implantamos, una efectividad muy buena.
¿Creéis incluso que lo podéis ampliar en un futuro próximo?
No depende de únicamente esta gerencia, pero está claro que con la dispersión que tenemos es un recurso ideal en nuestra comunidad. No es un recurso que evite tener UVI móvil, son complementarios. Como complemento a la UVI móviles son recursos que, por ejemplo en Castilla-La Mancha tienen una implantación ideal para la asistencia a una comunidad como la nuestra.
¿Qué cualidades tiene que tener un enfermero para llegar a ocupar estos puestos directivos?
La enfermera lo que proporciona es su visión, que creo que es fundamental a la hora de la gestión. Las enfermeras nos caracterizamos por ser buenas gestoras, con lo cual yo creo que lo que debe tener una enfermera aparte de esto, es la que cualquier gestor sanitario o fuera de la sanidad tiene. Pero en sanidad es muy importante tener liderazgo, generar equipos, trabajar en equipo, y saber cuidar a los equipos y hacer equipo. Tenemos que tomar decisiones en momentos críticos y por tanto debemos tener una capacidad de toma de decisiones fluida y eficaz. Es muy importante también saber adaptarnos a los cambios, en la pandemia lo hemos visto.
A veces vemos que hay una cierta reticencia a que los enfermeros y enfermeras puedan dirigir un centro de salud, por ejemplo. ¿Tiene algún sentido que alguien ponga esos techos de cristal a las enfermeras?
No tiene ningún sentido. Con todos mis respetos, yo creo que es fruto en algunos casos de ignorancia, en otros quizás estamos anclados en un sistema antiguo… Todo el sistema sanitario está cambiando. Los modelos asistenciales han cambiado y tenemos que adaptarnos y quien no se adapte pues tiene un problema serio, porque no vamos a poder evolucionar o no va a poder evolucionar en este sentido. Con lo cual, bajo mi punto de vista, no tiene ningún sentido que alguien se plantee que una enfermera, un enfermero no pueda ocupar puestos de gestión o estar liderando al más alto nivel una consejería, una dirección general o en este caso una gerencia.