A. ALMENDROS.- La enfermería española lleva 10 años luchando para conseguir que el Gobierno reconozca legalmente las intervenciones de prescripción que lleva a cabo a diario. Un camino difícil que no termina de culminar a causa de las zancadillas que los diferentes gobiernos han puesto en el camino.

Pero no es algo nuevo, a día de hoy, existen otros países cuyos sistemas sanitarios demuestran que la prescripción enfermera es una opción que sólo proporciona ventajas al sistema y mejora notablemente la calidad asistencial. Reino Unido, Suecia, Australia, EE.UU., Nueva Zelanda, Irlanda o Canadá son algunos de los países que han implantado la prescripción farmacológica enfermera protocolizada con resultados de eficacia probada y donde esta opción se ha consolidado y cuenta con el beneplácito y la aprobación de los pacientes, los gestores y todos y cada uno de los profesionales sanitarios, tanto médicos como enfermeros.

Formación

En el caso de Reino Unido, por ejemplo, pueden prescribir todas las enfermeras de primer nivel que han optado a prepararse para prescribir, y su formación previa consta de 28 días, más dos adicionales de preparación para prescripción suplementaria. En EE.UU. en cambio, esta labor la realizan las enfermeras en Práctica Avanzada y el nivel de autoridad prescriptora depende de la legislación de cada estado. Su formación es avanzada de posgrado más una evaluación continua, incluso en algunos estados tiene que tener nivel de máster.

Andalucía prescribe desde 2009

Andalucía fue pionera, en 2009, en aprobar un texto normativo que reconocía a los enfermeros del servicio sanitario andaluz, legamente y por primera vez en España, la capacidad no sólo de prescribir medicamentos o productos sanitarios sino, además, de hacerlo mediante una receta propia —denominada “orden enfermera”— y con cargo a la prestación farmacéutica del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Una implantación que ha permitido ofrecer una respuesta más ágil y cómoda a la ciudadanía, especialmente a las personas que requieren cuidados a domicilio o con enfermedades crónicas, evitando desplazamientos innecesarios al centro de salud u hospital.