ÁNGEL M. GREGORIS.- A la tercera va la vencida. Algo así ha debido pensar Pablo Nogueira al ver los resultados del examen EIR 2019/2020 y descubrir que era el número 1 de la última convocatoria de plazas del Ministerio. De los 9.201 enfermeros y enfermeras que se presentaron al examen (2.717 no acudieron a la convocatoria finalmente), él ha logrado encabezar la clasificación con 101,86 puntos, convirtiéndose así en el primero de los enfermeros que subirán este año al estrado en el Ministerio de Sanidad para elegir especialidad.

“Ha sido una alegría muy grande y lo primero que he hecho ha sido abrazar a mi novia. En las plataformas en las que se introducen las notas ya me salía que estaba arriba en la tabla, pero antes de presentarme al examen nunca imaginé esto”, afirma Nogueira, nacido en Silleda (un municipio de la provincia de Pontevedra.

Estudio la carrera, que terminó hace tres años, en la Universidad de Santiago de Compostela; intentó comenzar un máster, pero no le dio la nota, así que empezó a prepararse el EIR. Tuvo dos intentos fallidos y este año se apuntó a una academia que compaginaba con trabajos temporales en el Servicio Gallego de Salud (Sergas). “Me puse a prepararlo sin gustarme mucho ninguna especialidad, pero por continuar estudiando y no estancarme. A medida que iba repasando el temario, me fue gustando Familiar y Comunitaria, y aquí estamos”, comenta el enfermero.

En abril tendrá que viajar hasta Madrid para decir qué y dónde quiere formarse. Lo primero, lo tiene claro, Familiar y Comunitaria; lo segundo, todavía se está informando. “He preguntado a una compañera de la carrera que lo está haciendo en A Coruña y me ha estado informando. Creo que en todas las unidades docentes son bastante buenas y yo lo que quiero es quedarme en Galicia”, señala Nogueira.

Estudio

Ahora, con los resultados en la mano, recuerda cómo empezó toda esta travesía. “Hice un intensivo en la academia, que empezó en septiembre de 2019 e iba los sábados por la mañana. Estudiaba de lunes a viernes unas siete horas diarias”, explica. También es consciente de que esta etapa durará dos años, pero luego hay que seguir formándose y preparándose continuamente. “No tengo muy claro el futuro porque realmente no me imagino cómo puede ser la residencia, pero también me llama mucho el tema de la gestión y ya he mirado algún máster sobre esto”, reconoce.

En lo que a la especialidad se refiere, Pablo lamenta el retraso que existe a la hora de sacar plazas específicas, pero ahora se pone de margen estos dos años para pensar y elegir. “Me gusta mucho el trato con el paciente y por eso elegí estudiar enfermería, pero aún quedan dos años para acabar”.