A.ALMENDROS.- Desde recibir a la embarazada en un ambiente seguro y privado hasta favorecer el primer contacto de la madre con el recién nacido, el papel del equipo de enfermería resulta fundamental para asegurar el bienestar tanto fetal como materno durante todo el proceso de dilatación, esto es, el periodo que transcurre desde que aparecen los primeros signos de parto hasta que este se inicia.

El hospital Quirónsalud San José, de Madrid, expone que son las enfermeras especialistas en Obstetricia y Ginecología (matronas)  las encargadas de cubrir las necesidades de las embarazadas, asegurar el buen estado fetal y materno y facilitar el primer contacto de la madre y el recién nacido. “Durante ese tiempo, las funciones de las enfermeras de este centro sanitarios son dar la bienvenida a la paciente y a su acompañante en una atmósfera de seguridad, intimida y privacidad, anticiparse y atender sus necesidades, trabajar de forma conjunta con la matrona, el anestesista y el ginecólogo durante la dilatación y el parto y, finalmente, facilitar el primer contacto de la madre con el recién nacido mediante el método `piel con piel’”, comentan desde el hospital.

Una vez ingresada la mujer, es la matrona quien determinará su traslado a la sala de dilatación, zona del centro donde ingresan las pacientes en fase activa del parto. Para valorar la dilatación cervical y el descenso del feto la matrona realiza unas exploraciones vaginales cuando sea preciso. Una vez la matrona valore que la dilatación es completa y que se puede iniciar el parto, avisará al ginecólogo que asistirá el parto. En el Hospital Quirónsalud San José estas salas se encuentran contiguas a los paritorios. El tiempo de la dilatación es variable y se puede alargar muchas horas. Tiempo en el que el papel de la enfermería es clave.