ÁNGEL M. GREGORIS.- ¿Qué es un suplemento deportivo? ¿A partir de qué edad están recomendados? ¿Quién puede consumirlos? ¿Son peligrosos para los menores? Un estudio enfermero ha analizado cómo es el uso de estos suplementos en adolescentes y alerta de los posibles riesgos. “Cuando impartimos temáticas relacionadas con la alimentación saludable siempre hay algún alumno que pregunta acerca de la suplementación deportiva, sobre todo en educación secundaria. Generalmente, preguntan si es buena o mala para su cuerpo, pero lo que nos alarmó fue que en algunas aulas realizaron comentarios en los que afirmaban que la utilización de estos productos es una de las únicas vías para alcanzar sus objetivos físicos y estéticos de forma relativamente rápida”, explica Andrea Gómez, enfermera escolar del Colegio de Enfermería de las Palmas en la isla de Lanzarote, y autora del artículo Consumo de suplementos deportivos en la población adolescente.
Situación
Fue ahí cuando se pusieron manos a la obra para investigar sobre la situación de esto. “Hay que reseñar que son suplementos que están siendo consumidos por jóvenes que se encuentran todavía en pleno desarrollo, sin supervisión de un especialista, y que no conocen ni la composición de estos productos, ni los requerimientos energéticos de sus cuerpos”, puntualiza.
Para ella, las enfermeras escolares deben ser un referente para concienciar a la población adolescente sobre el correcto uso de estos suplementos. “Debemos explicar que este tipo de productos deben ser señalados por un especialista y que suelen indicarse en atletas de élite o de alto rendimiento, no para la totalidad de la población. Además, debemos informar sobre las consecuencias que pueden acontecer por el exceso de ciertos nutrientes en el cuerpo de una persona que no los necesita. También, incidir en el tema de la publicidad, que no crean todo lo que ven en las redes sociales, y antes de realizar un cambio tan drástico en la alimentación, siempre consultarlo con un profesional”, subraya Gómez.
Mejor vía
Asimismo, apunta que “la mejor vía para alcanzar metas físicas y de rendimiento deportivo es conseguir y conservar una alimentación saludable y equilibrada, en lugar de recurrir a estos productos”.
En este sentido, la enfermera recuerda que existen numerosos estudios que identifican diferentes problemas de salud relacionados con esto como alteraciones gastrointestinales, cefaleas, problemas hepáticos y/o renales, trastornos neurológicos, agresividad, etc. Además, pueden interactuar con ciertos fármacos, fomentar la aparición de acné y alterar la flora intestinal, entre otros.
Por este motivo, la enfermera escolar resalta que “la suplementación deportiva no es necesaria en la mayoría de los adolescentes y el consumo debe ser siempre indicado y supervisado por profesionales”.