ÍÑIGO LAPETRA.- “El número de plazas no es el adecuado. Aunque apreciamos y reconocemos el esfuerzo que están haciendo tanto el Ministerio de Sanidad como las comunidades autónomas siguen sin ser suficientes para cubrir las necesidades del Sistema Sanitario”. Así de contundente se muestra Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, tras conocer el número definitivo de plazas EIR para el próximo año.
1.822 serán los enfermeros que podrán especializarse el próximo curso. Una cifra que para Pérez Raya “es insuficiente y más en la situación actual en la que el sistema sanitario ha sido castigado fuertemente por la pandemia”.
En este sentido, el presidente de las enfermeras estima que “la oferta de plazas aprobada por el Ministerio de Sanidad en consonancia con las CC.AA. debería alcanzar las 10.000 plazas anuales. “Llevamos tiempo demostrando con informes el porqué de esta cifra y pidiendo al Ministerio que aumente las plazas para que la oferta sea la adecuada en base a las necesidades asistenciales de la población, y no vamos a dejar de reivindicarlo. Necesitamos más implicación por parte de las administraciones central y autonómica y soluciones reales para unas profesionales que se dejan la piel día a día”, apunta.
Es una realidad que la pandemia ha puesto de manifiesto la falta de profesionales. “Todos los agentes de la sanidad coincidimos en que una de estas carencias es la necesidad de invertir en un aumento de recursos humanos, entre ellos, de enfermeras especialistas. Un ejemplo muy claro son las plazas de formación de enfermeras y enfermeros de Geriatría. Hemos visto cómo las residencias han sufrido como nadie las consecuencias del COVID y no encuentran enfermeras”, apunta.
Asimismo, Pérez Raya pone otro ejemplo muy claro. “Una de las medidas que tuvieron que llevarse a cabo ha sido el montaje de UCIs en tiempo récord en los lugares más inesperados de los hospitales como bibliotecas y gimnasios. Estas nuevas UCI había que dotarlas de enfermeras y enfermeros con una preparación especial en cuidados críticos, por lo que ha sido necesario reciclar enfermeros y enfermeras en tiempo récord paraque pudiesen trabajar allí con todas las garantías de preparación y entrenamiento. Hemos salvado la situación por el compromiso de la profesión con los pacientes y su voluntad firme de vencer al virus, aun jugándose sus vidas”, concluye.
Tras leer el articulo de Iñigo Lapetra sobre la necesidad de aumentar las plazas EIR se me revuelve el estomago. Desde luego ese es un problema. Pero es esa la solución para las especialidades de enfermería. No he leído ningún articulo que se refiera a la forma de elección de plaza. Se pueden elegir y luego no incorporarse por el motivo que sea. Una pena. Reclamamos más plazas, pero luego se permite dejar sin cubrir plazas ya elegidas. Si, cuanto menos contradictorio. Por otra parte y haciendo un resumen. ¿Qué pasa después de terminar la especialidad? Después del esfuerzo de las enfermeras, de la administración… Me podrían decir ¿ Cuantas plazas para EIR hay actualmente en el estado? ¿Cómo se puntúa en oposiciones?¿Como se posicionan frente a enfermeras/os generalistas?
Hay que darse una vuelta por distintos foros para palpar el desánimo y la frustración de muchas especialistas. ¿De quién reciben apoyo real, no solo de palabra, de sindicatos, colegios, direcciones de enfermería…? Les pongo algún ejemplo, enfermeras con EIR de geriatría terminan trabajando en servicios de psiquiatría, atención primaria o farmacia mientras plazas en servicio de geriatría están siendo cubiertas por enfermeras generalistas.
Atentamente, María Muñoz Marín enfermera en servicio de geriatría..