GEMA ROMERO.- Con motivo del Día Europeo de Lucha contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios, la dirección general de Ordenación Profesional organizaba la segunda edición de sus jornadas sobre “La prevención de agresiones a profesionales sanitarios”, donde se ha puesto de manifiesto la necesidad de denunciar más y de registrar mejor las agresiones que se producen.
Como explicaba Julián García Gómez, subdirector General de Cohesión y Alta Inspección del Sistema Nacional de Salud y organizador de estas jornadas, en declaraciones a DiarioEnfermero.es, “la lucha contra las agresiones es una labor de concienciación y sensibilización” en la que es preciso contar “con la implicación de todos tanto de la Comisión de Recursos Humanos, como del Consejo Interterritorial, de la Secretaría de Seguridad de Interior, Policía Nacional, Guardia Civil, organizaciones profesionales…, es algo fundamental”.
Apoyo a las víctimas
Por su parte, Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, y encargado de la inauguración, las instituciones tienen que «apoyar» a los profesionales sanitarios agredidos y «posicionarse de forma clara, estando con la víctima en todo momento».
«Las agresiones tienen que vincularse en acciones en el ámbito de la prevención, la actuación, la denuncia y el acompañamiento. De ninguna manera las víctimas van a estar solas, el Sistema Nacional de Salud las va a acompañar», añadía.
En este sentido, Padilla señalaba que «quien agrede a un profesional sanitario está agrediendo a toda la sociedad, a todas las personas que posteriormente serán cuidadas. Ese profesional sanitario llevará en su mochila esa agresión».
Denunciar
Ese apoyo lo reciben también tanto de Policía Nacional como de Guardia Civil, instituciones que cuentan con la figura del interlocutor sanitario. Como detallaba el comisario Manuel Yanguas a DiarioEnfermero.es, interlocutor policial sanitario de Policía Nacional, “les estamos protegiendo, sobre todo, dándoles formación en técnicas y herramientas para prevenir las agresiones”.
Sin embargo, la mejor prevención sigue siendo la denuncia. Así, para Yanguas, “sabemos que hay un porcentaje muy numeroso de agresiones que no se denuncian, bien por empatía, bien por miedo. Deben saber que estamos con ellos, que no están solos, que todo tiene solución o por lo menos mitigar en la medida de lo posible, cualquier problema que puedan tener”.
De la misma opinión es su homólogo en la Guardia Civil, el teniente Francisco Mateos, quien recordaba que, como interlocutor sanitario de Guardia Civil, ellos están presentes donde no llega la Policía Nacional, en los núcleos de población más pequeños, especialmente en el ámbito rural. “Nuestro papel es concienciar a los profesionales sanitarios, cooperar con las administraciones públicas y concienciar a la sociedad en general de este grave problema que hay” y para ello es preciso “sacar a la luz la cifra real de agresiones”.
Desde las organizaciones profesionales también se anima a denunciar cualquier tipo de agresión, ya sea verbal, en forma de insultos o amenazas, o física. Como señalaba Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, y coordinador del Observatorio de Agresiones del CGE, “la denuncia es muy importantes porque da visibilidad a un terrible problema que venimos arrastrando desde hace muchos años. Hay que generar tolerancia cero contra las agresiones. Por ello, pedimos que cualquier enfermera o enfermero que sufra una agresión lo comunique a sus responsables en los centros y en su colegio de Enfermería. Es importantísimo registrar la agresión que se ha producido y evidentemente también les asesoran para, si es necesario, hacer denuncia”.
Y es que como corroboraba Ayuso, “denunciamos muy poco las agresiones que sufrimos y esto es importante para dar el valor que realmente tiene la situación. Cualquier insulto, amenaza, evidentemente, una agresión física, debe ser comunicada, registrada y denunciada”.
Prueba de esta infradenuncia es que el pasado año se denunciaron 659 agresiones a profesionales sanitarios en España ante Policía Nacional, y 303 personas fueron detenidas, según informaba el jefe de Servicio del Ministerio del Interior, Javier Ramírez.
Registro de agresiones
La denuncia es el primer paso, si no se denuncia la agresión no existe. El siguiente es el registro, contar con buenos datos para mejorar el conocimiento sobre cada acto violento para adoptar soluciones.
Como explicaba Celia González, directora general de Ordenación Profesional, el pasado mes de febrero se aprobaba en el Consejo Interterritorial un conjunto mínimo de datos, obligatorio en todo el Sistema Nacional de Salud, con una serie de parámetros comunes como el perfil del agresor, las causas de la agresión, como sucedió, la identificación… “Modificar ese registro nos permitirá tener más información que nos ayude a poder hacer prevención, que al final es lo que buscamos, el evitar esas agresiones. También con ello podremos reflexionar también sobre qué causas puede haber para esos hechos, pero también a quién se agrede más, dónde ocurre…”.
Papel de los pacientes
Para la directora general de Ordenación Profesional, es preciso incidir en que las “agresiones son obra de algunas personas y no de los pacientes en general”. En ello incidía Karina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, que subrayaba que, aun así, se trata “de un problema de todos. Esto no tiene una única solución, pero tenemos que proteger a los que nos cuidan”, explicaba a DiarioEnfermero.es.
Así, incidía en que “nada justifica una agresión”. Pero, a su juicio, “es preciso entender lo que está pasando en nuestro sistema sanitario y entender también cómo vivimos los pacientes el proceso de enfermedad. Estamos en un momento complejo, de transformación del sistema, con retrasos en los diagnósticos, en las citas… Hay que hacer una gestión del cambio e involucrarnos en el cuidado de nuestros profesionales”. Para ello, según Escobar, lo fundamental es “la educación sanitaria. Los pacientes deben tener más formación, para que sean más responsables de nuestra salud, que conozcan más el sistema, que conozcan más su salud, que se responsabilicen en la toma de decisiones compartidas con sus profesionales sanitarios y que se tenga un papel activo en su salud y en el uso del sistema”, detallaba.
Por su parte, Luisa Fernanda Panadero, vocal del Foro Español de Pacientes, apostaba por una formación de gestión de emociones por parte de los profesionales sanitarios como medida para evitar las agresiones. «La relación en una consulta es de un ser humano con otro. El paciente va a las consultas con sus problemas personales y emociones, pero también con sus síntomas y malestar. Va con miedo y frustración porque no podemos obviar la realidad de que la sanidad se ha debilitado y esto llega a la gente», afirmaba Panadero.
Datos de agresiones
Según el Informe de agresiones a profesionales del SNS de 2022, elaborado por el Ministerio de Sanidad, en 2022 se notificaron un total de 13.210 agresiones en el conjunto del SNS, lo que supone 20,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales del SNS, casi 5 puntos más con respecto a 2021. El dato parcial de 2023, con información de diez comunidades autónomas ya que aún se están recabando del resto, precisa Sanidad, es de 9.398 agresiones.
Además, muchas de estas agresiones siguen sin ser comunicadas y denunciadas, por lo que los datos que se muestran en estos informes sólo muestran una parte de la realidad, advierte el ministerio de Mónica García.
El perfil del profesional agredido corresponde mayoritariamente a mujeres, predominantemente entre los 35-55 años, sobre todo médicos y enfermeras. Un 34% de las agresiones ocurren en consulta y, en segundo lugar, en los puntos de admisión e información, seguido muy de cerca por los de hospitalización.
La tasa de notificación de agresiones en Atención Primaria es casi cuatro veces superior a la tasa de atención hospitalaria y la mayoría de las notificaciones son por insultos y amenazas, pero se registró una agresión física por cada 5,6 agresiones no físicas, un dato muy parecido al de 2021.
Según los datos del Observatorio de Agresiones del CGE, en 2022, el último año con datos completos, las enfermeras sufrieron 2.580 agresiones. Un dato muy superior al de año anterior, cuando se registraron 1.629 agresiones. “Creemos que está tendencia se va a mantener en 2023 y habrá un mayor número de agresiones registradas”. Para Diego Ayuso, coordinador del observatorio, “seguimos pensando que no se registran todas las agresiones que ocurren, por tanto, no podemos dimensionar si realmente hay más o menos agresiones. Lo que sí es una realidad es que cada año se registran más agresiones”, subrayaba.