ÁNGELA FERNÁNDEZ.- La Policía Nacional, a través del Jefe Superior de Galicia, Manuel Vázquez, ha convocado a los representantes sanitarios de A Coruña para hacer balance del plan de prevención de agresiones a estos profesionales. En el encuentro ha estado presente el presidente del Colegio de Enfermería de A Coruña, Amador Villaverde, junto a responsables de Enfermería de áreas sanitarias de la provincia. El Interlocutor Policial Nacional Sanitario, Javier Galván, ha destacado que los casos que se registran en toda la comunidad autónoma gallega son de tipo leve y, en cuanto al número, también está dentro de las que contabilizan pocas agresiones. Durante 2018, detalló, no se han producido más de 20 y, desde septiembre, ninguna.
“Partimos de que cualquier agresión, aunque sea amenaza o insulto, ya es un dato malo, pero la realidad policial es esta”, explicó, recomendando diferenciar comportamientos incívicos de delitos tipificados como tal, que van desde la amenaza o la coacción verbal hasta agresiones físicas y lesiones. “En A Coruña se ha hecho un gran trabajo de prevención”, destacó. Por su parte, Villaverde valoró el trabajo de la Policía en estos últimos meses y prevé mayores resultados: “Está haciendo un grandísimo trabajo, que ya estamos percibiendo, pero que en muy poco tiempo será determinante para la erradicación de esta lacra en la que se han convertido las agresiones a la Enfermería”.
El comisario responsable del plan a nivel estatal apuntó que se han realizado 1.200 reuniones en todo el territorio y más de 60 jornadas de formación preventiva en los propios centros de trabajo de los sanitarios. De hecho, en el hospital de A Coruña, y en el de Ferrol, se han llevado a cabo talleres de este tipo abiertos a los profesionales de Enfermería. En su desarrollo, los policías intentan evitar que los sanitarios sean víctimas de este tipo de agresiones, siendo fundamental la identificación de factores situacionales de riesgo y las técnicas de contención verbal.
Según explica la Policía Nacional, las líneas estratégicas establecidas para disminuir la incidencia de este tipo de agresiones pasan por tener un conocimiento exhaustivo de la incidencia real de este tipo de delitos, orientar a los responsables sanitarios sobre la creación de departamentos de seguridad con un director de seguridad al frente, así como la implicación conjunta de las administraciones públicas de Interior y Sanidad, así como de colegios profesionales.
El Jefe Superior de Galicia, Manuel Vázquez, subrayó la incidencia, en todos los sentidos, de una agresión al personal sanitario: “No solo afecta a la persona que la recibe sino que incide muy negativamente en la atención sanitaria que se presta a los pacientes”.