DAVID RUIPÉREZ.- Marta Saiz Echezarreta es una enfermera del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander que a partir de un caso cercano, y casi por casualidad ,demuestra en un artículo cómo es necesario un abordaje más global en personas que sufren síndrome postpolio. El hecho de que la poliomielitis o parálisis infantil sea una enfermedad erradicada en el 99 por ciento del planeta, por supuesto en España también, hace que los pacientes que arrastran desde la infancia las secuelas de esta infección no reciban siempre los mejores cuidados. Saiz quiso relatar las limitaciones de las personas que sufren esta patología a través de un relato autobiográfico fruto de varias entrevistas con la paciente que se publica en la revista Nuberos Científica que edita el Colegio de Enfermería de Cantabria.
Saiz ha aprendido a raíz de esta publicación que “la enfermería debe saber que tenemos que buscar las causas de un problema. Llega un paciente con dolor de espalda y el médico le prescribe antiinflamatorios o duele la rodilla y se sospecha de artrosis, por ejemplo, pero a veces si miras el conjunto entero puede pensar que ese paciente se beneficiaría de algunos ejercicios de rehabilitación para que no sufra más deterioro. Es lo que ocurre con la paciente del artículo que sufre problemas músculo-esqueléticos que seguramente tengan relación con la polio que le afectó a los pocos meses de vida. Pero si solucionas y problema de salud puntual sin considerar la globalidad de las circunstancias del paciente te estás equivocando. Si consideramos su problema a lo mejor podemos actuar con ejercicios de rehabilitación para fortalecer otros músculos que compensen su circunstancia y evitar un deterioro. Ella dice que comenta que sufrió la polio, pero muchas veces lo que hace el profesional es poner un parche porque ni siquiera tiene en cuenta esta enfermedad al estar erradicada en nuestro entorno, pero todavía hay personas que arrastran sus secuelas”, explica Saiz a DiarioEnfermero.es.
Poner parches
“Desde que visito médicos he visto ponerme parches para los calambres, dolores y contracturas que padezco tanto en espalda, caderas, piernas y brazos. En más de una ocasión, de palabra, han relacionado todos mis problemas con la polio pero nunca han tratado el conjunto”, asegura la paciente en su relato en la revista científica. “Tengo achaques –añade- que hace ocho años descubrí que podrían venir derivados de la poliomielitis. Entendí que las extremidades que no han tenido una evolución normal hacen que tu caminar o tus movimientos fuercen músculos y huesos que pueden desarrollar su propio problema. Hace años comencé con dolor en la espalda y ambas piernas que no cedían con analgésicos ni con antiinflamatorios. Supongo que la pierna derecha me duele por no apoyarla en condiciones y la izquierda porque se ve obligada a realizar el trabajo de las dos”.
La enfermera ha recogido de forma minuciosa la historia de la paciente aquejada de poliomielitis y su dilatada relación con el sistema sanitario desde su más tierna infancia. Varios episodios perviven especialmente en su memoria. Uno de ellos son las “horribles botas ortopédicas de las que acabé tan aburrida que nunca más me las he vuelto a poner, siempre zapatos”.
A los 10 años pasó por el quirófano para intentar alargar la pierna pasando parte del fémur a la tibia. Luego llegó una durísima rehabilitación. “Esta época ocupó más o menos un año de mi vida . Acudía de lunes a viernes tres horas por la mañana y otras tres por la tarde. Realizaba ejercicios como subir o bajar espalderas, levantar sacos de arena con las piernas o caminar sobre piedras y arena. Recuerdo que los ejercicios eran tan agotadores y dolorosos que más de una y más de dos veces se me cayeron las lágrimas”.
Una vida marcada por la polio, una enfermedad que puede que nunca volvamos a ver, pero muchas víctimas de esos brotes de los años 40 y 50 del siglo pasado viven todavía y ahora, con la edad, necesitan cuidados especiales donde se tenga muy en cuenta el impacto de la infección sobre su salud actual.
Nuevos proyectos
Tras publicar su primer trabajo en una revista científica, Saiz se ha animado a seguir investigando otros temas relacionados con la profesión enfermera. “Estamos llevando a cabo ahora una investigación sobre la enfermería transcultural entre la enfermería de Valdecilla. Queremos ver si el profesional sabe cómo atender a pacientes de otras culturas y religiones. Proporcionar cuidados al enfermo sabiendo que es diferente, que no todas tus normas valen a la hora de tratarle como paciente y que hay que enfocar sobre el punto de vista de esa persona. No se sabe nada de esto y es un tema que nos parece necesario abordar”, concluye la enfermera.