EUROPA PRESS.- La Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo falla los premios de la edición 2023, una convocatoria que ha reconocido proyectos de humanización y avances en tratamientos de enfermedad renal y que este año tiene entre sus premiados a un enfermero, destacando su proyecto de investigación sobre seguridad del paciente en hemodiálisis. Estas ayudas tienen como objetivo promocionar la investigación nefrológica en España y son el mayor reconocimiento que se otorga en España a la investigación relacionada con la patología del riñón.
El jurado, presidido por Mabel Loza, catedrática de Farmacología y responsable del grupo de investigación BioFarma de la Universidad de Santiago, e integrado por 23 profesionales del mundo de la nefrología, la investigación, la universidad y la empresa han seleccionado proyectos de investigación relacionados con la humanización y con nuevos avances en tratamientos de enfermedad renal como los ganadores de la edición de 2023.
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En la categoría investigación básica se ha premiado el trabajo «La ferrostatina-1 modula los lípidos renales desregulados en el fracaso renal agudo», un proyecto llevado a cabo por la Universidad del País Vasco en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y el Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz y cuya investigadora principal es Ana Belén Sanz. Este proyecto consiste en un estudio que descubre que existen diferentes cambios en los lípidos que pueden estar relacionados con la enfermedad renal aguda y su identificación puede ayudar a diseñar fármacos y otras terapias para tratar esta dolencia, tal y como explica el miembro del jurado, Juan Viña.
El trabajo premiado en enfermería nefrológica ha sido para «Comparativa de la seguridad del paciente en hemodiálisis: impacto del ámbito público versus privado», cuyo investigador principal es Antonio López del Hospital Quironsalud de A Coruña. Un análisis que, según ha explicado Rosa Alonso, miembro del jurado, reivindica la importancia de fomentar diferentes medidas que redunden en una mayor seguridad del paciente como puede ser la notificación de los efectos adversos.
Por su parte, en la sección investigación clínica, el premio ha sido para el proyecto «Cloro sérico como marcador de mortalidad cardiovascular y general en pacientes en hemodiálisis crónica. Estudio de seguimiento a 5 años», con Ernesto Francisco Valga, del Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria, como principal investigador. Este estudio premiado demuestra, por primera vez en pacientes en tratamiento de hemodiálisis, que el cloro bajo en sangre es un marcador negativo de riesgo cardiovascular, cuenta otro miembro del jurado, Francisco Ortega.
Dentro de esta modalidad, el jurado ha entregado el accésit al estudio «Baja incidencia de rechazo agudo mediado por anticuerpos tras la desensibilización hla en trasplantados renales», del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, cuyo investigador principal es Constantino Fernández Rivera. El jurado ha querido reconocer un trabajo de años que en este momento alcanza su colofón con la elaboración de un protocolo para desensibilizar a los pacientes candidatos a trasplante de donante vivo con el que han conseguido reducir sensiblemente el porcentaje de rechazos.
En la modalidad de humanización en el trato a los pacientes, el jurado ha otorgado el premio al trabajo «Humanización en hemodiálisis: te escucho y te acompaño», del Hospital de Terrasa, donde Sandra Rubio es la principal investigadora. Este trabajo de investigación pone el foco en las necesidades de atender otras dimensiones de las personas como son las percepciones de los pacientes, tal y como ha valorado Ana Gimenez Maroto, miembro del jurado.